Turquía elige presidente el próximo domingo, 14 de mayo, en unas elecciones generales que no solo determinarán quién ocupa la jefatura del Estado durante los próximos cinco años, sino que también renovarán los 600 escaños en el Parlamento.
El creciente papel de Ankara en diferentes ámbitos del panorama internacional, como su mediación en el conflicto entre Rusia y Ucrania o sus frecuentes fricciones con la OTAN, así como los problemas económicos del país, agudizados por el devastador terremoto del pasado 6 de febrero, hacen que esta cita electoral sitúe a la nación en el punto de mira de todo el mundo.
Otro factor clave que acapara los titulares es la posibilidad de que el actual mandatario, Recep Tayyip Erdogan, en el poder desde 2003, pueda perder la silla presidencial.
A continuación, repasamos todas las claves de los próximos comicios.
¿Qué otros candidatos aspiran a la Presidencia?
Aparte de Erdogan, que se postula por la gobernante Alianza Popular, en la que se integra su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en turco), hay dos candidatos más, si bien el principal rival en las urnas del actual presidente es Kemal Kilicdaroglu. Este veterano político de centroizquierda se presenta a las elecciones por el Partido Republicano del Pueblo (CHP), fundado por el que fuera primer presidente de la república turca, Mustafa Kemal Ataturk, y concurre a las urnas como candidato de la Alianza de la Nación.
La carrera por la presidencia se redujo este jueves a tres candidatos, luego de que Muharrem Ince, del partido Memleket (centrista) anunciara su retirada. "Me retiro. Lo hago por mi país. Le di a Turquía una opción fuera de la izquierda y la derecha. Traté de tener éxito, pero no pude", afirmó Ince, cuya candidatura era vista por muchos simpatizantes del CHP como un intento de desviar votos de Kilicdaroglu y garantizar la victoria de Erdogan.
El político, que en las presidenciales de 2018 perdió ante Erdogan como candidato del CHP, denunció ser víctima de una campaña que pretende denigrar su persona y acusó al Estado de fracasar a la hora de "defender su reputación", recoge Daily Sabah. "He sido [difamado] a través de documentos falsos, coches que no poseo, personas con las que no tengo relación, vídeos en los que no aparezco, vídeos trucados a través de vídeos porno obtenidos de un sitio web para adultos israelí", aseveró Ince.
Tras su retirada, a Kilicdaroglu y Erdogan solo los acompañará en la carrera por la Presidencia Sinan Ogan (derecha), que se postula por la Alianza ATA y es el único con raíces extranjeras, dado que proviene de una familia turco-azerbaiyana.
¿Por qué Erdogan puede postularse de nuevo?
El mandato presidencial turco queda limitado a dos períodos de cinco años, pero Erdogan, que es presidente desde 2014, se postula por tercera vez. Esto es posible gracias a la aprobación en 2017, por un estrecho margen, de las enmiendas a la Constitución que fijaron el tránsito de Turquía desde una república parlamentaria a una presidencial.
Tras concretarse los cambios, el jefe de Estado obtuvo amplias facultades, mientras que el cargo de jefe del Gobierno, ocupado por Erdogan desde 2003 hasta 2014, quedó abolido.
¿Qué prometen Erdogan y Kilicdaroglu?
Desde su llegada al poder, Erdogan logró aumentar significativamente el PIB de la nación, liderando una transformación económica del país que ayudó a consolidar el apoyo de gran parte de la sociedad, cuyo nivel de vida ha mejorado.
Sin embargo, las altas tasas de inflación y la desvalorización de la moneda nacional, la lira, afectaron seriamente al país, mientras Erdogan se aferró a un curso monetario no tradicional para combatir el alza de los precios.
A diferencia de otros bancos centrales, que suben el tipo de interés para reducir la oferta monetaria, combatir el alza de precios y estabilizar divisas nacionales, el mandatario turco abogó por bajar el tipo de interés, argumentando que esto estimularía el crecimiento y la concesión de préstamos en el país. Asimismo, Erdogan justificaba el rumbo de su política monetaria por los valores del islam, que prohíben la usura como forma de obtener beneficios.
Paralelamente, el presidente reforzó el control sobre el Ejército —que tradicionalmente ha ejercido una gran influencia sobre los procesos políticos—, con el arresto de cientos de militares. Esta política se recrudeció tras el fallido golpe de Estado en julio de 2016, lo que se tradujo en la detención de más de 13.000 personas acusadas de participar en la sublevación.
Esto desató fuertes críticas contra Erdogan, ya que muchos vieron en esa ola de arrestos un intento de reprimir a las fuerzas de oposición. No obstante, los simpatizantes del presidente defienden su gestión frente al fallido golpe de 2016 y la amenaza que proviene de grupos terroristas.
Sobre este telón de fondo, Erdogan centró su campaña en la promesa de seguir apostando por el sistema presidencial en Turquía, que este año celebra el centenario desde la creación de la república en 1923, y que aspira a seguir siendo un país con una postura independiente en el mundo dispuesto a jugar un papel cada vez más decisivo en la arena global.
Asimismo, aboga por dar continuidad a la política de bajas tasas de interés, al tiempo que aspira a seguir fortaleciendo el complejo industrial-militar, mientras tacha el curso propuesto por Kilicdaroglu como demasiado pro-occidental.
Durante toda su campaña, el líder del histórico partido CHP se presentó como demócrata y acusó a Erdogan de dirigir el país con métodos autocráticos. En esta línea, ha prometido "reconstruir la democracia", al tiempo que aboga por erradicar la corrupción en las estructuras del poder y por volver a "un sistema parlamentario fuerte". Asimismo, Kilicdaroglu se compromete a atraer inversiones multimillonarias a la nación.
En el ámbito internacional, el candidato opositor apuesta por una mayor cercanía con la Unión Europea y EE.UU., así como por resolver el problema kurdo y garantizar la vuelta de los refugiados sirios a su país de origen, indica Al Jazeera.
En sus críticas, Erdogan tacha a Kilicdaroglu de "mentiroso" y afirma que es apoyado por fuerzas que su Gobierno considera como terroristas: el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y el movimiento de Gulen (FETO), dirigido por el clérigo Fethullah Gulen, señalado por el Gobierno como instigador del fallido golpe de Estado en 2016.
La eliminación de los efectos del terremoto de febrero, que se saldó con más de 50.000 muertos y cientos de miles de viviendas destruidas, así como los planes de reconstrucción estuvieron muy presentes en la agenda electoral de ambos candidatos.
Importancia internacional
El ministro turco del Interior, Suleyman Soylu, que se posiciona como un fuerte crítico de Occidente y que acusa a Washington de buscar la creación de un "estado terrorista"cerca de las fronteras turcas, vaticinó que el desenlace de los comicios presidenciales "cerrará las bocas", no solo de oposición, sino también de EE.UU. y de Europa.
Además de Washington y Bruselas, Moscú sigue con atención la cita electoral, debido al carácter especial de sus relaciones con Ankara.
Desde el inicio del conflicto en Ucrania, Turquía no ha secundado la imposición de sanciones antirrusas, pese a la presión occidental, apostando en vez de ello por asumir un papel de mediador entre Moscú y Kiev. En particular, gracias a la ayuda de Turquía, pudo rubricarse en julio de 2022 el acuerdo de granos que permitió el transporte de cereales desde los puertos ucranianos en el mar Negro.
Asimismo, Ankara ayudó a que se concretaran varios canjes de prisioneros, mientras que el propio Erdogan se ha ofrecido en varias ocasiones como mediador para entablar negociaciones entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y el mandatario ucraniano, Vladímir Zelenski.
Mientras, Kilicdaroglu asegura en el programa electoral de la Alianza de la Nación que desea construir y reforzar los lazos con Rusia a través de un diálogo basado en la igualdad.
En un mensaje a la comunidad de expertos rusos, al que asegura haber tenido acceso el canal RBK, Kilicdaroglu señaló que el fin del conflicto en Ucrania y la continuidad del acuerdo de granos serían la prioridad de su administración "a corto plazo".
Por otra parte, desmintió informaciones que vaticinan un giro de 180 grados en las relaciones ruso-turcas si gana las elecciones.
"En nuestro gobierno siempre defenderemos los intereses de Turquía. Por consiguiente, a Turquía le interesa que las relaciones turco-rusas sigan siendo sanas y dignas", prometió el candidato, no sin resaltar su oposición a los enfoques antirrusos en el mundo.
Acusaciones contra "los queridos amigos rusos"
Sin embargo, este jueves Kilicdaroglu acusó a los "queridos amigos rusos" de diseminar falsedades sobre su persona. "Estáis detrás de los montajes y grabaciones Deep Fake que se expusieron ayer en este país. Si queréis que nuestra amistad continúe después del 15 de mayo, mantened vuestras manos alejadas del Estado turco. Seguimos estando a favor de la cooperación y de la amistad", tuiteó el político, tanto en turco como en ruso.
Kilicdaroglu se refería a un video que Erdogan mostró el pasado domingo, durante un mitin en Estambul, en el que uno de los cofundadores del Partido de los Trabajadores de Kurdistán, Murat Karayilan, insta a votar al líder del CHP. Sin embargo, investigaciones mediáticas apuntan a que la grabación mostrada sería un video elaborado con técnica de inteligencia artificial Deep Fake.
¿Qué fuerzas parten como favoritas en las legislativas?
Mientras, en las elecciones parlamentarias se renovarán los 600 escaños de la Gran Asamblea Nacional, como se conoce el Parlamento unicameral turco, donde la coalición de Erdogan goza actualmente de mayoría. Para obtenerla, las fuerzas políticas que concurren a las urnas, representadas por unos 30 partidos reunidos en diferentes alianzas, necesitan lograr al menos 301 escaños.
Además de la Alianza Popular del actual presidente (4 partidos) y de la Alianza de la Nación de Kilicdaroglu (6 partidos), las encuestas apuntan a que la Alianza Trabajo y Libertad también superará el listón del 7 %.
A diferencia de las presidenciales, las posiciones del AKP, el partido de Erdogan, son más fuertes, según apuntan las encuestas. Se vaticina que el AKP obtendría un 32 % de los votos frente al 27,6 % del CHP.
El tercer lugar, con un 10,7 %, recaería en el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), que ahora es la tercera fuerza en el Parlamento y defiende intereses de minorías étnicas como lo kurdos, si bien no participa en las legislativas como fuerza independiente, pues va en la lista de la Izquierda Verde. El Partido Bueno (IYI), que forma parte de la principal alianza opositora, parte con una intención de voto del 10,5 %. El resto de las fuerzas no superarían la barrera del 7 %.
¿Habrá segunda vuelta?
Los resultados de las encuestas apuntan a que Erdogan y Kilicdaroglu son los dos candidatos que se disputarán la presidencia, si bien no es probable que el ganador reciba más del 50 % necesario para alzarse con la victoria en la primera vuelta, teniendo en cuenta el estrecho margen que separa a los representantes del AKP y del CHP, recoge Politico.
Según una de las últimas encuestas, realizada por la consultoría local ORC Research entre el 29 de abril y el 1 de mayo, muestra que Kilicdaroglu obtendría un 48 %, mientras que Erdogan recabaría el 44,6 % de los votos. El ahora retirado Ince sería votado por el 4,3 % del electorado, mientras que Ogan, todavía en la carrera, gozaría de el 3,1 % de los votos respectivamente.
Mientras, los datos publicados en abril sobre preferencias electorales de cinco de los seis principales centros analíticos turcos sugieren una victoria de Kilicdaroglu, aunque insuficiente como para superar el umbral del 50 %, informa Euronews. De materializarse el balotaje, Kilicdaroglu y Erdogan concurrirían igualados a una segunda vuelta, con una ligera ventaja del primero.
Paralelamente, los sondeos vaticinan un nuevo récord de participación ciudadana, algo que esperan también los dos principales contrincantes. Una investigación de MetroPOLL, un centro independiente turco de estudios sociales, sostiene que un 84,1 % de los votantes irán "definitivamente" a las urnas, mientras que un 11, 3 % ejercerán "muy probablemente" su derecho a voto.
Timur Medzhídov