Los resultados de las elecciones generales que han tenido lugar en Turquía el pasado domingo indican que ninguno de los candidatos ha logrado obtener la cantidad necesaria de los votos para hacerse con la victoria, por lo que los aspirantes con el mayor apoyo, Recep Tayyip Erdogan y Kemal Kilicdaroglu, medirán sus fuerzas en la segunda vuelta, anunció este lunes el jefe de la Junta Electoral Suprema del país, Ahmet Yener.
Para salir ganador en la primera vuelta, uno de los candidatos debía haber obtenido el 50 % de los votos más uno.
La segunda vuelta tendrá lugar el 28 de mayo.
Con el 99,87 % de las papeletas escrutadas, el actual presidente, Recep Tayyip Erdogan, quien es el candidato por la coalición gobernante Alianza Popular, en la que se integra su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), obtiene 49,50 % de los votos.
Por su parte, el opositor Kemal Kilicdaroglu, candidato de la Alianza de la Nación y líder del histórico Partido Republicano del Pueblo (CHP), recaba 44,89 %.
El aspirante Muharrem Ince, cuyos votos se cuentan como válidos, pese a su retirada de los comicios, recibe 0,44 %, mientras que Sinan Ogan, de la Alianza ATA, se queda con 5,17 %.
¿Qué prometieron Erdogan y Kilicdaroglu?
Erdogan centró su campaña electoral de este año en la promesa de seguir apostando por el sistema presidencial en Turquía, que este año celebra el centenario desde la creación de la república en 1923, y que aspira a seguir siendo un país con una postura independiente en el mundo dispuesto a jugar un papel cada vez más decisivo en la arena global.
Asimismo, aboga por dar continuidad a la política de bajas tasas de interés, al tiempo que aspira a seguir fortaleciendo el complejo industrial-militar, mientras tacha el curso propuesto por Kilicdaroglu como demasiado pro-occidental.
Durante toda su campaña, el líder del histórico partido CHP se presentó como demócrata y acusó a Erdogan de dirigir el país con métodos autocráticos. En esta línea, ha prometido "reconstruir la democracia", al tiempo que abogó por erradicar la corrupción en las estructuras del poder y por volver a "un sistema parlamentario fuerte". Asimismo, Kilicdaroglu se comprometió a atraer inversiones multimillonarias a la nación.
En el ámbito internacional, el candidato opositor apostó por una mayor cercanía con la Unión Europea y EE.UU., así como por resolver el problema kurdo y garantizar la vuelta de los refugiados sirios a su país de origen.
En sus críticas, Erdogan tachó a Kilicdaroglu de "mentiroso" y afirmó que es apoyado por fuerzas que su Gobierno considera como terroristas: el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y el movimiento de Gulen (FETO), dirigido por el clérigo Fethullah Gulen, señalado por el Gobierno como instigador del fallido golpe de Estado en 2016.
La eliminación de los efectos del terremoto de febrero, que se saldó con más de 50.000 muertos y cientos de miles de viviendas destruidas, así como los planes de reconstrucción estuvieron muy presentes en la agenda electoral de ambos candidatos.
Comicios parlamentarios
Además, Turquía celebró el domingo las elecciones para renovar los 600 escaños de la Gran Asamblea Nacional, en las cuales participaron 24 partidos y 151 candidatos independientes.
Con el 99,99 % de las papeletas escrutadas, la Alianza Popular de Erdogan obtiene, con 321 escaños, la mayoría, al conseguir el 49,32 % de los votos a favor.
Al mismo tiempo, la Alianza de la Nación de Kilicdaroglu ha sido apoyada por el 35,17 % de los votantes (217 escaños), mientras que la Alianza Trabajo y Libertad también ha superado el necesario listón del 7 % y ha obtenido el 10,52 % de los votos (66 escaños).