Disidencias de las FARC afirman que mesa de diálogo con el Gobierno está en un "peligroso letargo"
El Estado Mayor Central (EMC) de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) emitió un comunicado donde afirma que la mesa de paz con el Gobierno está en un "peligroso letargo", en medio de denuncias de incumplimiento del cese al fuego por parte de las fuerzas de seguridad.
En el escrito, el grupo armado, que no suscribió el Acuerdo de Paz de 2016, manifestó su preocupación por la dilación del inicio de las conversaciones con la delegación gubernamental.
Del mismo modo, expresó su preocupación por la muerte de diez guerrilleros desde que se acordó un cese al fuego con el Gobierno, por lo que manifestaron sus dudas sobre la continuación de ese proceso.
Mesa de paz postergada
El EMC responsabiliza de las acciones de los cuerpos de seguridad en su contra al mandatario colombiano, Gustavo Petro, como máximo comandante de las Fuerzas Armadas, y al alto comisionado de la Paz, Danilo Rueda, quien es el encargado de encabezar las negociaciones con los grupos armados irregulares.
Sobre Rueda, afirman que se le "han presentado reiteradamente denuncias claras y concretas de otras violaciones del cese al fuego" y, según el texto, "hasta la fecha no se han adelantado las investigaciones respectivas".
Con respecto a la mesa de diálogo, cuya instalación fue inicialmente propuesta para el pasado martes, el Estado Mayor Central aseveró que "está en un peligroso letargo", del que responsabilizan a las ramas del poder público y judicial.
#Comunicado 🇨🇴 Debemos informar que a pesar de nuestro esfuerzo para el cumplimiento del cese al fuego bilateral temporal y de carácter nacional, con el Gobierno del presidente @petrogustavo han sido múltiples los incumplimientos por parte las @FuerzasMilCol en todas las regiones pic.twitter.com/dabGLZbA9e
— Fuerzas Armadas Revolucionarias De Colombia (@EMCFarcEp) May 16, 2023
"Ni siquiera se han levantado las órdenes de captura a nuestros voceros a la mesa de diálogo o de los Mecanismo de Veeduría, Monitoreo y Verificación (MVMV), porque nos quieren llevar a la paz de los sepulcros", acusaron las disidencias.
En abril pasado, se instaló oficialmente el MVMV temporal del cese el fuego entre el Gobierno y el EMC-FARC.
Por ello, el grupo disidente se pregunta si no existe "voluntad política" del Gobierno para comenzar las negociaciones.
Ya a principios de mayo, Rueda había adelantado que para poder reunirse debían levantarse las órdenes de captura contra los delegados de la guerrilla, mejorar la participación de las comunidades y fortalecer los mecanismos de monitoreo del cese al fuego.
"Incumplimientos de cese al fuego"
En el escrito se sostiene que ha habido "múltiples incumplimientos" del cese al fuego por parte de la Fuerza Pública "en todas las regiones" donde el grupo disidente tiene unidades.
Por ello, la mayor disidencia de las FARC hace un llamado a los miembros del MVMV a que hagan una "consulta interna" para determinar si se continúa el cese al fuego o "se da por terminada esta etapa".
Según el EMC, desde la firma del cese al fuego hasta el momento, han sido asesinados "10 guerrilleros y 20 más han resultado heridos", por lo que se pregunta si la medida acordada en abril "tiene un carácter humanitario o es una estrategia para obtener una ventaja militar".
En el texto se sostiene que el pasado lunes las Fuerzas Militares "rompieron el cese al fuego" en el sector La Laguna (Nariño), mientras sus unidades "combatían en contra de las estructuras paramilitares". En el hecho habrían sido asesinados tres integrantes de sus filas y seis más habrían resultado heridos.
Este bloque de las extintas FARC, según el escrito, sostiene que "jamás" tendrá un cese del fuego con las disidencias de la Segunda Marquetalia, "porque su visión es netamente económica y no revolucionaria", acusaron.
Si bien la Segunda Marquetalia también pertenece a las disidencias de las FARC, su estatus es más complejo porque se discute si se trata de un grupo desertor o disidente, debido a que sus miembros abandonaron el Acuerdo de paz, firmado en 2016, y volvieron a las armas, en 2019.