Este viernes comenzó la 32.º edición de la cumbre de jefes de Estado de la Liga Árabe en la ciudad de Yeda, en Arabia Saudita, donde se trató, entre otros temas, la crisis ucraniana.
El evento contó con la visita sorpresa del presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, que se dirigió a los líderes presentes, varios de los cuales son cercanos a Rusia o se mantienen neutrales ante el conflicto. "Comenzando mi primera visita al Reino de Arabia Saudita para mejorar las relaciones bilaterales y los lazos de Ucrania con el mundo árabe", escribió al respecto el mandatario ucraniano en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, durante el discurso de apertura de la cumbre, manifestó la voluntad de su país de mediar entre Rusia y Ucrania para "solucionar la crisis políticamente y ayudar a lograr la paz y la seguridad".
"Es una oportunidad histórica"
Además, en el evento estuvo presente el presidente sirio, Bashar al Assad, por primera vez desde que estalló el conflicto en 2011 después de que Damasco haya sido readmitida en el organismo a principios de este mes.
"Las grietas que han surgido durante la última década deben ser tratadas, y lo más importante es dejar que los pueblos manejen sus asuntos internos y evitar la injerencia externa en estos asuntos", afirmó al Assad durante su disertación. "Es una oportunidad histórica para reordenar nuestros asuntos con la menor injerencia extranjera, lo que exige reposicionarnos en este mundo que hoy se forma", agregó.
La participación de Damasco en la organización fue suspendida en noviembre de 2011 a raíz del inicio del conflicto interno. Entonces, tras no conseguir concesiones de las autoridades sirias a favor de la oposición, la mayoría de las naciones árabes retiraron a sus embajadores de Siria y se sumaron al bloqueo económico.