Un combate entre militares rusos y un grupo de saboteadores ucraniano se llevó a cabo en la localidad de Nóvaya Tavolzhanka, ubicada en la provincia fronteriza rusa de Bélgorod, señaló este domingo el gobernador de la región, Viacheslav Gladkov.
"Espero que todos ellos sean eliminados, no puede ser de otra manera", afirmó Gladkov en un video publicado en su canal de Telegram. "Cada día, residentes civiles mueren a manos de estos fascistas, incluso en la provincia de Bélgorod", dijo.
El gobernador comentó la propuesta de los invasores de reunirse para recoger a dos prisioneros de guerra rusos y admitió la posibilidad de que estos presos ya estuvieran muertos. Al mismo tiempo, declaró que, si están vivos, él está dispuesto a reunirse con el grupo en un puesto de control de la ciudad de Shebékino entre las 17:00 y las 18:00 (hora local). "Garantizo la seguridad", agregó.
Previamente, el grupo terrorista publicó un video en el que afirmó que tomó prisioneros a dos militares rusos y propuso reunirse con Gladkov para entregarlos.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso comunicó que las tropas fronterizas rusas detectaron este domingo el intento de un grupo de sabotaje "de terroristas ucranianos de atravesar un río cerca de Nóvaya Tavolzhanka, en la provincia de Bélgorod". Se realizó un ataque de artillería contra el enemigo, tras lo cual el grupo se retiró, agregó.
El lunes de la semana pasada, un grupo de sabotaje ucraniano se infiltró en el distrito de Gráivoron, en la provincia de Bélgorod, atacando varios pueblos fronterizos con obuses. Para garantizar la seguridad de los ciudadanos, se ha introducido el régimen de operación antiterrorista en la región. Al día siguiente, el Ministerio de Defensa ruso comunicó que fueron abatidos "más de 70 terroristas ucranianos", mientras que cuatro blindados y cinco camionetas resultaron destruidos.
El ataque dejó a un civil muerto y varios heridos. Mientras, el Comité de Investigación ruso abrió una causa penal en relación con la incursión.