Exmandatario ucraniano: Los acuerdos de Minsk permitieron a Kiev reconstruir su Ejército
El expresidente ucraniano Piotr Poroshenko se ha ufanado de sus pasados logros en la reconstrucción del Ejército nacional, que, según ha confesado, se hicieron posibles gracias a los acuerdos de Minsk, firmados en 2014 con el supuesto fin de resolver la situación en Donbass de manera pacífica.
"Con los acuerdos de Minsk ganamos tiempo", dijo este lunes el exmandatario en una entrevista con un periódico italiano. "¿Sabe cuántos batallones tenía […] cuando llegué a la presidencia? Cero. ¿Y el presupuesto estatal? Cero. ¿Y tanques operativos? Una miseria", señaló.
Poroshenko aclaró que el convenio, en cuya firma él mismo participó, no cumplió su objetivo declarado de reconciliar a Kiev con las regiones orientales de Ucrania, pero sí facilitó la militarización del país.
"Minsk fracasó, pero aun así fue útil. Inmediatamente después de la firma, invité a instructores de la OTAN, compré armas, vehículos. Durante mi presidencia construimos un ejército", presumió el exmandatario ucraniano.
Aun así, Poroshenko se mostró de acuerdo con el presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, quien declaró recientemente que la crisis ucraniana debía haberse resuelto en 2014, cuando el régimen de Kiev todavía carecía de apoyo internacional, armamento y todo tipo de recursos.
"Con el acuerdo de Minsk gané tiempo y ahora tenemos armas, dinero y aliados", aseveró el exlíder ucraniano, cuyo Gobierno optó por un refuerzo militar con la ayuda de patrocinadores extranjeros, en vez de desescalar el conflicto e integrar bajo una amplia autonomía las regiones ucranianas con diferentes orientaciones políticas.
"Darle tiempo a Ucrania"
Las palabras de Poroshenko se hicieron eco de declaraciones previas de la excanciller alemana Angela Merkel y el expresidente francés François Hollande –quienes representaron a sus países durante la resolución de la crisis ucraniana en el formato del Cuarteto de Normandía, que incluía a Moscú, Kiev, Berlín y París–, en el sentido de que los pactos se firmaron para "darle tiempo a Ucrania" con el fin de que pudiera reforzar su Ejército.
En respuesta, el Kremlin declaró el pasado diciembre que esas confesiones demostraron que Occidente, en realidad, no tenía ninguna intención de cumplir los acuerdos de Minsk y que, como mediadores, sus líderes actuaron de mala fe.