Tras concluir una visita de dos días a China, el secretario del Departamento de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha reiterado este lunes durante una rueda de prensa que Washington no apoya la independencia de Taiwán y no busca un conflicto con Pekín.
"En cuanto a Taiwán, he reiterado la antigua política de una sola China. Esa política no ha cambiado. [...] No apoyamos la independencia de Taiwán, nos opondríamos a cualquier cambio unilateral del 'statu quo' por cualquiera de las partes. Seguimos esperando una resolución pacífica de las diferencias en el estrecho [de Taiwán]", resaltó Blinken.
Sin embargo, el jefe de la diplomacia estadounidense señaló que Washington sigue comprometido con la Ley de Relaciones de Taiwán (TRA, por sus siglas en inglés) para asegurar que la isla, considerada por Pekín como parte irrenunciable de su territorio, tenga capacidades "para defenderse".
Washington interactúa con Taiwán a nivel de venta de armas y entrena su personal militar, mientras que varios políticos estadounidenses periódicamente van a la isla para sostener conversaciones con sus líderes, lo que provoca una severa condena de Pekín y, según China, alimenta las intenciones separatistas de la isla y aumenta la tensión regional.
Estabilizar relaciones
Por otra parte, Blinken resaltó que su visita sirvió para estabilizar las relaciones entre las dos naciones que, según Pekín, llegaron a "su punto más bajo" ante una serie de tensiones sobre una amplia gama de temas.
Asimismo, el secretario de Estado subrayó que Washington no trata de contener a Pekín, al afirmar que intentó quitar esa idea que tenía la parte china. "Los hechos desmienten esa afirmación", remarcó, aludiendo al aumento del comercio que "beneficia profundamente" a sus intereses.
En este contexto, dijo que "el amplio éxito económico" del gigante asiático trae beneficios para el país norteamericano, pero Washington necesita proteger "ciertas tecnologías específicas" para proteger su seguridad nacional.
Conflicto en Ucrania, Corea, derechos humanos y fentanilo
Entre otros temas abordados en sus encuentros con funcionarios chinos, incluido el presidente Xi Jinping, Blinken habló del conflicto en Ucrania, la situación en la península de Corea y las supuestas violaciones de derechos humanos en Xinjiang, el Tibet y Hong Kong.
Respecto al conflicto ucraniano, el alto diplomático afirmó que recibieron "garantías" por parte de Pekín de que no envían y no enviarán armas a Rusia. "Lo apreciamos y no hemos visto ninguna evidencia que contradiga esto. Pero tenemos preocupaciones de que compañías privadas chinas puedan estar proporcionando tecnología que Rusia pueda utilizar para avanzar en su agresión en Ucrania. Instamos al Gobierno chino a que sea muy vigilante al respecto", comentó.
Por otra parte, Blinken y Xi examinaron la crisis de fentanilo y otros opioides sintéticos. El secretario de Estado señaló que el fentanilo es la principal causa de muerte entre los estadounidenses de entre 18-49 años y que actualmente China y EE.UU. mantienen discusiones para establecer un grupo de trabajo para cortar el flujo de sustancias químicas que "ayudan a alimentar esta crisis".
El analista internacional Rolando Dromundo señaló en declaraciones a RT que Pekín y Washington compiten por ocupar la "posición hegemónica" en el planeta, aunque la confrontación directa no le conviene a EE.UU., que no puede abrir "un segundo frente". En este sentido, opinó que, aunque el viaje de Blinken sirve para limar asperezas en algunos puntos, Washington no renuncia a su objetivo estratégico de consolidarse en la región del Pacífico.
- Blinken es el funcionario de más alto nivel que visita Pekín desde la llegada a la Casa Blanca de Joe Biden en enero de 2021.
- El secretario de Estado planeaba visitar China en febrero, pero pospuso su viaje a raíz del incidente del vuelo de un supuesto globo espía chino sobre el espacio aéreo de EE.UU.