Pentágono: Bombas de racimo serían útiles para Ucrania

Congresistas de EE.UU. informaron que Kiev pretende obtener de Washington municiones de ese tipo, prohibidas en más de 120 países, para utilizarlas contra las tropas rusas.

El Pentágono considera que las llamadas bombas de racimo podrían ser útiles en los combates de Ucrania contra las tropas rusas, según una alta funcionaria del Departamento de Defensa de Estados Unidos.

"Nuestros analistas militares han confirmado que las DPICM (municiones convencionales mejoradas de doble uso) serían útiles, particularmente contra las posiciones atrincheradas rusas en el campo de batalla", afirmó este jueves en una audiencia ante el Congreso Laura Cooper, subsecretaria adjunta de Defensa encargada de asuntos relacionados con Ucrania y Rusia.

La funcionaria dijo, empero, que la entrega de ese tipo de armas a Kiev no ha sido aprobada debido a las vigentes restricciones legislativas y a las preocupaciones sobre la unidad de los aliados respecto a ese asunto, reporta Reuters.

Las municiones de ese tipo están prohibidas en más de 120 países, incluida la mayoría de los miembros de la OTAN, principalmente por el peligro que representan para los civiles las pequeñas bombas liberadas que pueden matar o herir de manera indiscriminada. Además, tienen un alto índice de fallos, por lo que los proyectiles sin estallar siguen siendo un peligro durante años.

En marzo pasado la agencia de noticias informó, citando a varios congresistas, que Kiev quiere las controvertidas bombas de racimo para lanzarlas sobre las tropas rusas desde drones.

Así, en la Conferencia de Seguridad de Múnich, celebrada en febrero, funcionarios ucranianos instaron a los legisladores estadounidenses a que presionaran a la Casa Blanca a fin de obtener su aprobación para recibir esas municiones.

En particular, Ucrania busca obtener las MK-20, también conocidas como CBU-100, bombas de racimo lanzadas desde el aire que se abren en pleno vuelo, liberando cada una más de 240 submuniciones similares a dardos o minibombas.

Debido a sensibles bajas entre la población civil, 123 países adoptaron en 2008 una convención que prohíbe el uso de las bombas de racimo, aunque naciones como EE.UU., Ucrania, Rusia, China e Israel no se adhirieron al tratado.