WSJ: China evaluó el interés de EE.UU. en las próximas elecciones de Taiwán
Durante la reciente visita del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, a China, Pekín le habría advertido contra el apoyo del candidato a la presidencia de Taiwán Lai Ching-te, con tendencias "proindependencia" de la isla, ya que podría exacerbar las tensiones entre Pekín y Taipéi, informa este domingo The Wall Street Journal, con referencia a sus fuentes informadas sobre las conversaciones.
De acuerdo con el medio, la parte china le habría preguntado a Blinken si EE.UU. veía a Lai —que es el líder del Partido Democrático Progresista (DPP) de Taiwán— como un amigo y si Washington tenía "interés" en el resultado de las elecciones presidenciales, que se celebrarán en la isla en enero que viene. En respuesta, Blinken habría insistido en que Washington sería "imparcial" en las elecciones de Taiwán y no apoyaría la intromisión externa en el proceso de votación, dice el periódico.
Cabe mencionar que tras concluir su visita de dos días a China, Blinken reiteró este 19 de junio durante una rueda de prensa que Washington no apoya la independencia de Taiwán y no busca un conflicto con Pekín. Sin embargo, el jefe de la diplomacia estadounidense señaló que Washington sigue comprometido con la Ley de Relaciones de Taiwán (TRA, por sus siglas en inglés) para asegurar que la isla, considerada por Pekín como parte irrenunciable de su territorio, tenga capacidades "para defenderse".
Además, el alto diplomático respaldó las declaraciones posteriores del presidente de EE.UU., Joe Biden, en las que calificó al mandatario chino, Xi Jinping, de "dictador". Las declaraciones de Biden fueron condenadas por Pekín. Así, la portavoz de la Cancillería china, Mao Ning, señaló que las palabras de Biden "contravienen totalmente los hechos y violan gravemente el protocolo diplomático" y las tachó de "flagrante provocación política".
Con ello, Washington interactúa con Taiwán a nivel de venta de armas y entrena su personal militar, mientras que varios políticos estadounidenses periódicamente van a la isla para sostener conversaciones con sus líderes, lo que provoca una severa condena de Pekín y, según China, alimenta las intenciones separatistas de la isla y aumenta la tensión regional.