El presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, ha declarado este jueves que la falta de armas de largo alcance y la superioridad de Rusia en esta esfera complican la contraofensiva que Kiev lleva realizando desde hace más de un mes.
"Sin armas de largo alcance, resulta difícil no solo llevar a cabo una misión ofensiva, sino también realizar una operación defensiva. Esto significa que estás defendiendo tu terreno y no puedes alcanzar la distancia adecuada para destruir a tu enemigo. Es decir, el enemigo tiene una ventaja de distancia", dijo en una rueda de prensa en República Checa con el primer ministro de la nación, Petr Fiala.
En este sentido, el mandatario ucraniano enfatizó que Kiev sigue con sus intentos de convencer a sus socios, especialmente a Washington, para que les entreguen ese tipo de sistemas. "Hoy depende solo de ellos [EE.UU.]. También hay proyectiles de largo alcance. Se trata de algo ligeramente distinto. Algunos de los sistemas que tenemos son sistemas de artillería", remarcó.
En una entrevista con la cadena CNN publicada el 5 de julio, Zelenski reprochó la renuencia de la Casa Blanca a proporcionar misiles guiados ATACMS. Estos proyectiles tienen un alcance de 300 kilómetros y pueden ser disparados desde sistemas de lanzamisiles occidentales HIMARS o M270, de los que Ucrania ya dispone.
"En algunas zonas, esto [la entrega de proyectiles de largo alcance] nos dará una oportunidad de iniciar una contraofensiva. En algunas zonas ni siquiera podemos pensar de empezarla, dado que no tenemos armas suficientes. Y lanzar a nuestra gente a ser asesinada por armas rusas de largo alcance sería sencillamente inhumano", afirmó el presidente ucraniano.
Ucrania lleva exigiendo la entrega de armas de largo alcance desde el inicio del operativo militar ruso en febrero de 2022. El pasado mes de mayo, Reino Unido aprobó el suministro de misiles de crucero Storm Shadow con un alcance de más de 250 kilómetros y provistos con capacidades furtivas.
Según el Ministerio de Defensa de Rusia, las Fuerzas Armadas de Ucrania llevan realizando infructuosos intentos de contraofensiva desde el pasado 4 de junio. Tanto representantes de Occidente como de Kiev han admitido que estas acciones militares van más lento de lo esperado.