Rusia enciende alertas medioambientales por radiación en productos del mar de Japón
El Servicio Federal de Rusia para la Supervisión de la Protección y el Bienestar del Consumidor (Rospotrebnadzor) anunció este viernes que reforzará el control sanitario del pescado, mariscos y productos derivados procedentes de Japón para impedir el ingreso de alimentos "con un contenido elevado de radionúclidos".
La medida responde a los planes del país asiático de verter al océano aguas residuales de la central nuclear de Fukushima, que se utilizaron en la catástrofe allí ocurrida para enfriar los reactores. Ante los temores de que el vertido del agua radiactiva pueda provocar la contaminación del mar, el regulador ruso dictó medidas especiales de control para esa situación.
"Actualmente, el envío de productos alimenticios de Japón a la Federación Rusa está permitido, siempre y cuando se presente una declaración expedida por una autoridad competente autorizada de Japón, en la que se confirme que el contenido de sustancias radiactivas en los productos está por debajo de las normas establecidas por la legislación vigente, y se adjunte a la declaración un certificado con los resultados del contenido de cesio radiactivo", especificó el organismo.
Además de reforzar el control sanitario, Rusia también se propone controlar con mayor rigor la circulación del pescado japonés.
El plan japonés de vertido de aguas residuales ha generado fuertes protestas de las comunidades pesqueras locales, así como de los países vecinos, entre ellos China y algunas de las naciones insulares del Pacífico, que ponen en duda su legitimidad. China ya ha prohibido las importaciones de alimentos procedentes de 10 regiones japonesas para garantizar la seguridad de sus consumidores.
Las pruebas realizadas a finales de mayo en los peces que nadan en la zona portuaria de Fukushima mostraron que el nivel de cesio-137 supera 180 veces el límite permitido en Japón.