El hallazgo de otros 12 cuerpos de miembros de un culto religioso en Kenia, cuyo líder instaba a sus seguidores a no comer, ha elevado el total de víctimas mortales a 403, comunicó este lunes la comisionada regional de Policía, Rhoda Onyancha, citada por AFP.
Las primeras víctimas del culto de la llamada Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas fueron encontradas el 13 de abril en el bosque de Shakahola, en el condado costero de Kilifi, a unos 400 kilómetros de Nairobi, la capital del país. Algunas habían muerto, mientras que otras seguían vivas pero débiles y demacradas.
Onyancha señaló que la exhumación de los cuerpos continuará en la zona.
Dicho bosque, de unas 320 hectáreas, era propiedad de Paul Mackenzie, líder de ese culto religioso, quien se encuentra ahora detenido junto con su esposa.
Según las autopsias realizadas por organismos policiales, el hambre fue la principal causa de muerte, aunque algunas víctimas, incluidos niños, fueron estranguladas, golpeadas o asfixiadas.
Los datos obtenidos durante la investigación sugieren que los seguidores de la 'secta del hambre' fueron forzados a seguir el ayuno.
Mackenzie, extaxista y padre de siete hijos que fundó su secta hace 20 años, será procesado entre otras cosas por "cargos relacionados con terrorismo o genocidio".
Otras 16 personas son acusadas de ayudar a controlar a que ningún seguidor cesara el ayuno o escapara del bosque.