Expertos advierten que los países de Occidente podrían no estar dispuestos a enfrentar un conflicto potencial, por ejemplo con China, debido a la escasez de armamento, informa Financial Times.
Según el reporte, una de las razones de tal escasez es la entrega de suministros de armas a Ucrania. Los Estados occidentales han gastado alrededor de 170.000 millones de dólares en defensa y ayuda financiera para Kiev desde que comenzó la operación militar especial rusa. Ahora, las tensiones crecen, mientras el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, pide cada vez más apoyo.
El expresidente estadounidense Donald Trump habló este miércoles al respecto. "Los arsenales están vacíos, los suministros están vacíos, la tesorería está vacía, las filas están disminuyendo, nuestro país ha sido totalmente humillado", expresó.
Por otra parte, el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, ha señalado que los arsenales de la OTAN están "agotados" y deben ser restaurados lo antes posible.
Bajo la misma línea se encuentra Alemania, que también sufre una aguda escasez de municiones en las Fuerzas Armadas desencadenada tras la entrega de suministros a Ucrania.
De acuerdo con la directora del programa de defensa del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense (CNAS, por sus siglas en inglés), Stacie Pettyjohn, la industria de defensa está tan consolidada que no puede expandirse con rapidez para hacer frente a una mayor demanda. "Así que somos lentos y vamos retrasados y no tenemos suficiente de nada" en municiones, comentó.
Otra causa se centra en las prioridades del sistema occidental, que ha adoptado el mismo tipo de cadena de suministro 'justo a tiempo' utilizado en la industria automovilística, centrándose en la eficacia y reducción de costes. Aunque este método viene bien con el periodo de paz relativa, obstaculiza la expansión rápida de la producción de armas. Así, se reveló que EE.UU. podría utilizar algunas municiones, como los misiles antibuque, más rápido de lo que se producen.
El informe del CNAS afirma que el arsenal actual es "demasiado pequeño" para enfrentar una invasión inesperada, y mucho menos "para prevalecer en un conflicto prolongado contra China", añadiendo que para derrotar al país asiático "el Pentágono necesita grandes reservas de misiles, armas de ataque marítimo y defensas aéreas y antimisiles".