El presidente ucraniano Vladímir Zelenski ha despedido al embajador de su país en el Reino Unido, Vadim Pristaiko, quien recientemente cuestionó la idoneidad de la respuesta del mandatario respecto a las declaraciones del secretario de Defensa británico, Ben Wallace, sobre la gratitud de Kiev.
En una rueda de prensa desarrollada la semana pasada en el marco de la cumbre de la OTAN en Lituania, Wallace indicó que los países occidentales que brindan ayuda a Ucrania, quieren "ver un poco de gratitud" en vez de una postura insatisfecha por la falta de fechas concretas para la adhesión del país eslavo a la OTAN.
En respuesta, el líder ucraniano aseguró que "siempre" han sido agradecidos. "Simplemente no sé de qué otra forma deberíamos agradecérselo. ¿Puede que debamos despertarnos por la mañana y dar las gracias al secretario?", sugirió. "Que me escriba cómo tenemos que darle las gracias y así se lo agradeceré", señaló Zelenski.
Al día siguiente, en una entrevista con el medio británico Sky News, Pristaiko opinó que hubo "un poco de sarcasmo" en la declaración del líder ucraniano. "No creo que este sarcasmo sea saludable. No tenemos que mostrarles a los rusos que hay algo entre nosotros. Deben saber que estamos trabajando juntos, si algo pasa, Ben [Wallace] puede llamarme y decir todo lo que quiera", indicó el embajador.
Tras ello, este viernes, el Gobierno ucraniano publicó un decreto presidencial para retirar a Pristaiko de su cargo, sin dar razones sobre la medida.
En este contexto, Alexéi Goncharenko, miembro del Parlamento ucraniano, comentó que la decisión del mandatario de despedir al embajador contradice los intereses del Estado.
"A Zelenski le quiero decir que los intereses del Estado se suelen anteponer a la irritación personal. No se puede despedir a un embajador clave en un país clave solo porque no haya dicho que nuestro Vladímir Alexándrovich [patronímico] es el mejor y más amable presidente del mundo", escribió Goncharenko en su cuenta de Telegram.