SpaceX trasladó la semana pasada el prototipo más reciente de su enorme propulsor Starship Super Heavy a la plataforma de lanzamiento orbital de Starbase en Boca Chica, Texas (EE.UU.), para realizar las pruebas previas al despegue.
Si el propulsor, conocido como Booster 9, supera todas las pruebas programadas, entre ellas la prueba de encendido de motores, se montará finalmente en el prototipo de nave estelar Starship 25 y se enviará en un vuelo de prueba al espacio.
El Starship 25 fue entregado en el centro de pruebas el pasado 19 de mayo. Ya ha sido sometido a varias pruebas, incluido el encendido del motor.
El primer intento de lanzar el Starship en abril de este año terminó con la explosión del cohete. También durante la prueba, parte de la estructura de la plataforma de lanzamiento quedó destruida y los escombros quedaron esparcidos por una amplia zona. Aunque afortunadamente nadie resultó herido, el accidente dio lugar a demandas contra la empresa y el regulador que autorizó el lanzamiento.
El director general de SpaceX, el magnate Elon Musk, señaló el mes pasado que, tras la fallida prueba de abril, la empresa aeroespacial ha decidido apostar por el método de marcha en caliente, un proceso en el que los motores de la nave se encienden mientras el propulsor Super Heavy sigue acoplado. Asimismo, indicó que se han introducido más de un millar de modificaciones en el diseño del cohete, lo que se supone que contribuirá al éxito del lanzamiento.