El presidente de Colombia, Gustavo Petro, informó el domingo su decisión de designar como gestor de paz al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, uno de los antiguos cabecillas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), desmovilizadas en 2006.
El mandatario señaló que con esta decisión busca terminar el proceso de paz iniciado en el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010) con los paramilitares.
"El proceso de paz entre el gobierno de Uribe y los paramilitares aún no ha terminado, aún no se sabe toda la verdad. Las haciendas entregadas en parte se han perdido en manos del Estado, recicladas a nuevos grupos que heredan el paramilitarismo, muchos cuerpos de víctimas aún no han sido encontrados", comentó Petro.
Añadió que "para terminar el proceso y lograr la completa paz" fue que decidió la designación de Mancuso.
Insistencia
La designación de Mancuso, quien fue extraditado a EE.UU. en 2008 y sigue recluido en una prisión de ese país por cargos de narcotráfico, se da después de insistentes acercamientos del exjefe paramilitar con diferentes instancias del Estado, a las que les ha ofrecido hacer labores para esclarecer la verdad del conflicto armado colombiano, en medio de la política de 'paz total' que implementa Petro en la nación suramericana.
En octubre del año pasado, Mancuso envió una carta a Petro en la que le aseguraba estar preparado para entablar una conversación, no solo con el mandatario, sino también con el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, quien está encargado del diálogo y negociación con las organizaciones armadas.
"Quiero decirle públicamente que mi convicción y compromiso por trabajar desde la institucionalidad para lograr una paz definitiva para Colombia siguen estando intactos", decía la misiva.
Desde su reclusión en EE.UU., además, Mancuso rindió varias declaraciones ante las salas de Justicia y Paz, que fueron creadas tras la desmovilización de las AUC; y este año presentó su versión ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), mecanismo de justicia transicional surgido tras la firma de los Acuerdos de Paz en 2016, al que Mancuso aspira someterse para recibir algunos beneficios judiciales.
En las declaraciones a la JEP reveló que Petro y el titular de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, fueron "objetivo militar" del desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). También sacó a la luz que miembros de la AUC hicieron "fosas en Venezuela", dejando más de 200 cuerpos.
Acepta el nombramiento
Mancuso, mediante una nueva carta enviada a Petro, publicada por El Tiempo, aceptó la designación como gestor de paz.
"Recibo esta decisión con la misma convicción con la que ha sido tomada, la de trabajar por lograr una paz total, integral, absoluta y duradera, que pueda ser heredada por otras generaciones de colombianos que no merecen vivir lo que nosotros torpemente hemos vivido", reza la misiva.
Añadió que seguirá compareciendo ante la Justicia como lo ha venido haciendo. "Lo que significa que mi compromiso con la verdad, la reparación y la no repetición es indeclinable. Continuar participando en el sistema de justicia transicional colombiano, tanto judicial como extrajudicial, es una responsabilidad con las víctimas; hacerlo como gestor de paz en las negociaciones políticas, es una responsabilidad con la sociedad colombiana para prevenir futuras víctimas", agregó.
Asimismo, Mancuso señaló que esto le permitirá participar con la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y la Cancillería en el hallazgo e identificación de los cuerpos en la frontera colombo-venezolana.
"Estoy listo y a la espera de que el gobierno nacional indique la ruta para cumplir las tareas asignadas", enfatizó el exjefe paramilitar en su carta.
Implicaciones
Mancuso cumplió su pena por narcotráfico en EE.UU. en 2020, no obstante, aún no ha sido extraditado a Colombia, debido a una serie de consideraciones y recursos legales interpuestos para frenar el proceso. En el país suramericano tiene pendientes dos sentencias por delitos en el marco del conflicto, como homicidios, masacres, despojos de tierras y desplazamientos forzados.
Para ver el alcance de la decisión de Petro sobre el nombramiento como gestor de paz a Mancuso, que ha generado cuestionamientos por parte de diferentes sectores, aún falta el decreto formal que deberá ser emitido por el Ejecutivo.
De momento, de acuerdo con un documento de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz de Colombia, un gestor de paz tiene como labor "contribuir a gestionar e implementar acuerdos humanitarios durante la fase de diálogos" con su respectivo Grupo Armado Organizado al Margen de la Ley (GAOML).
La designación, entonces, se restringe a miembros de algún GAOML y la puede hacer únicamente el presidente de la República.
En el documento se explica que por medio de esta figura se podrá solicitar a las autoridades judiciales competentes la suspensión de la medida de aseguramiento, de pena o solicitar la pena alternativa en contra de miembros o exmiembros de esos grupos armados al margen de la ley.
No obstante, aclaran que la designación no se trata de una amnistía o un indulto; por lo que no suspende o pone fin en ningún caso a los procesos judiciales y los gestores tendrán que responder a las autoridades competentes en caso de ser requeridos.
Asimismo, también puntualiza que el Estado "no asignará salarios a los gestores de paz, ni generará contratos laborales".
En el caso de Mancuso surgen algunas interrogantes, que esperan ser aclaradas con el respectivo decreto del nombramiento. De acuerdo con el mensaje de Petro, el exjefe paramilitar sería gestor de paz para el proceso de diálogo con las AUC que, a juicio del presidente, sigue incompleto y hay carencias en materia de verdad y reparación material.
Sin embargo, esas AUC como grupo formal ya no existen y han derivado en una variedad de grupos armados y narcotraficantes.
Actualmente, el Gobierno lleva adelante reuniones con exintegrantes de las AUC, con los que evalúa las propuestas de ese grupo paramilitar desmovilizado en el proceso de la 'paz total' de Petro.
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