Una es una exguerrillera que transitó por múltiples partidos y llegó a ser ministra de Seguridad. El otro es un jefe de Gobierno que intenta despegarse de la figura del expresidente Mauricio Macri. Los dos pertenecen a familias tradicionales de la clase alta argentina. Los dos, también, comenzaron sus carreras políticas al amparo del peronismo.
Pero luego se volcaron de lleno a la derecha. Tanto, que el próximo domingo, ambos competirán en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para obtener la candidatura presidencial de la coalición conservadora Juntos por el Cambio, la principal fuerza política opositora al peronismo en Argentina.
Se trata de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, dos políticos que representan diferentes facetas de la derecha del país sudamericano y que encabezan la interna que genera mayor incertidumbre, ya que las encuestas no vaticinan un claro ganador.
Ella lidera lo que la prensa local ha calificado como 'los halcones', ya que está más cercana a la ultraderecha, defiende la "mano dura" en materia de seguridad, es beligerante con sus adversarios y promotora de la confrontación y de propuestas clasistas, xenófobas y discriminatorias. Por ejemplo, no teme advertir que reprimirá la protesta social.
A él, en cambio, lo han identificado como parte de 'las palomas', por un supuesto tono conciliador que a lo largo de la campaña tuvo que modificar para mostrarse más combativo e inflexible. Más "de derecha". Por eso, de manera contradictoria, critica la polarización y promueve el diálogo al mismo tiempo que pugna por "terminar para siempre" con el kirchnerismo que lidera la exmandataria y vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Otra diferencia es que Bullrich llega a la definición electoral respaldada por Macri, de quien Rodríguez Larreta ha intentado despegarse políticamente, incluso con críticas.
Bullrich
La precandidata es una politóloga nacida en Buenos Aires en 1956, hija de Alejandro Bullrich y Julieta Luro Pueyrredón. La sola mención de estos tres apellidos remite a familias de abolengo de Argentina desde el siglo pasado.
En 1973, siendo apenas una adolescente, comenzó a militar en la Juventud Peronista e incluso tomó las armas y se sumó a la guerrilla Montoneros, en donde su nombre en clave era 'Carolina Serrano' o 'Cali'.
Los vínculos con la guerrilla también abarcaron el ámbito personal, ya que su primer marido fue Marcelo Langieri, secretario del líder de Montoneros, Rodolfo Galimberti, quien, a su vez, se casó con Julieta Bullrich, hermana de la hoy precandidata.
Ya durante la dictadura militar que comenzó en marzo de 1976, Bullrich decidió exiliarse en Brasil, México y España. Volvió a Argentina en 1982, cuando el gobierno de facto agonizaba. Sin embargo, fue detenida debido a que tenía una orden de captura, pero logró quedar libre y no formar parte de la lista de decenas de miles de desaparecidos.
Una vez recuperada la democracia, siguió en las filas peronistas. De hecho, en 1993 se postuló por primera vez a un cargo de elección popular como parte del bloque del Partido Justicialista (peronista). Así ganó una banca como diputada por Buenos Aires.
En 1999 rompió del todo con el partido con el que ya había militado durante décadas y se sumó al Gobierno de Fernando de la Rúa (1999-2001), el presidente que representaba al Partido Radical, la fuerza históricamente opositora al peronismo, y que había conformado una alianza con otros frentes políticos.
Cambios
De la Rúa sólo cumplió la mitad de su mandato, ya que en diciembre de 2001 estalló una grave crisis que incluyó históricas protestas sociales que fueron reprimidas y dejaron un saldo de 39 muertos en todo el país.
Pero ese breve lapso de gestión le alcanzó a Bullrich para convertirse en ministra del Trabajo y, luego, de Seguridad Social. Pasó a la historia por recortar drásticamente las jubilaciones y por los niveles récord de desempleo y pobreza que dejó el Gobierno de De la Rúa.
Fue apenas el inicio de la actividad saltimbanqui de Bullrich. Después de la fallida experiencia con la Alianza, creó su partido, Unión por la Libertad, y en cada elección se asoció con diferentes personajes que, a su vez, tenían sus propias formaciones. Así, logró ocupar una curul en la Cámara de Diputados desde 2007 hasta 2015.
Durante ese periodo se consolidó como una férrea opositora a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quien siempre ha descalificado.
Ya en 2015, Macri triunfó en las presidenciales y la designó como ministra de Seguridad.
Bullrich estuvo envuelta en múltiples polémicas, ya que impuso la represión policial como una política de Estado al grado de justificar a uniformados que dispararan por la espalda. Santiago Maldonado y Rafael Nahuel son apenas algunas de las víctimas emblemáticas de su gestión.
Su encono con Fernández de Kirchner no ha cambiado. Por eso fue una de las escasas dirigentes que no repudió el intento de magnicidio que la vicepresidenta sufrió en agosto del año pasado.
Larreta
Este economista de 58 años, nacido en Buenos Aires, es hijo de María Cristina Díaz Alberdi y Horacio Rodríguez Larreta Leloir, quien fue un destacado político que llegó a ocupar el Ministerio de Relaciones Exteriores a mediados del siglo pasado y que durante la presidencia de Carlos Menem (1989-1999), se convirtió en jefe de asesores del Ministerio de Defensa.
A principios de los años 90, luego de titularse en la Universidad de Buenos Aires, Rodríguez Larreta viajó a EE.UU. para realizar una maestría en Harvard. Una vez graduado, volvió a Argentina para iniciar su carrera política.
En esos primeros años, ocupó diversos cargos en el Ministerio de Economía, la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y la Secretaría de Desarrollo Social.
Al mismo tiempo, apoyó la precandidatura presidencial del peronista Palito Ortega en las elecciones de 1994.
Para ello, creó la Fundación Grupo Sophia, un colectivo del que salieron algunas de las figuras políticas más importantes de Argentina en la actualidad y que, una década después, se volcó a apoyar de lleno a Mauricio Macri, el empresario que buscaba convertirse en presidente.
Siempre en campaña
Uno de los datos más curiosos de la biografía de Rodríguez Larreta es que en 1999 fue jefe de campaña de la candidatura de Ortega para la vicepresidencia, y que era asesorada por otro joven abogado llamado Sergio Massa.
Hoy, Massa es el candidato presidencial de la alianza peronista Unidos por la Patria y Rodríguez Larreta, uno de sus principales opositores.
Al igual que Bullrich, Rodríguez Larreta rompió con el peronismo durante el Gobierno de De la Rúa, quien lo nombró como interventor del Programa de Atención Médica Integral (PAMI), el organismo destinado a la atención médica de jubilados y pensionados.
En 2003 llegó su momento estelar, ya que fue el candidato a vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en la fórmula encabezada por Macri. Aunque perdieron en segunda vuelta, su nombre quedó instalado como una de las figuras políticas que comenzaba a resaltar en el país.
La revancha llegó en 2007, cuando Macri, ahora sí, ganó la jefatura de Gobierno.
Rodríguez Larreta, quien había sido el encargado de campaña, fue designado jefe de Gabinete, puesto en el que permaneció durante ocho años, hasta que en 2015 llegó su momento de sustituir a Macri, quien ahora iba por la presidencia del país.
Pero no le fue fácil. Ese año, apenas logró ganar en segunda vuelta con el 51,6 % de los votos frente al 48,4 % que recibió su contrincante, Martín Lousteau. Ya en 2019, alcanzó la reelección sin sobresalto alguno, al lograr un contundente 56 % en la primera vuelta.
Desde entonces, se dedicó a trabajar en su proyecto presidencial que el próximo domingo enfrentará la prueba definitiva.
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