La Sala de Vacaciones del Tribunal Constitucional (TC) decidió este miércoles no admitir a trámite el recurso que presentó el expresidente independentista catalán, Carles Puigdemont, contra la orden de detención en su contra que fue dictada por el Tribunal Supremo de España.
Una decisión cuestionada por varios motivos.
De entrada, porque se ha tomado con una premura inaudita y sin esperar al Pleno, aprovechando la mayoría de jueces conservadores en la sala (2 de 3) que se ocupa de los asuntos urgentes en las vacaciones de agosto.
También porque rompe con la práctica de la máxima corte de admitir todos los recursos sobre el proceso independentista catalán para analizar con detalle su contenido en el Pleno, donde por otra parte hay mayoría de jueces progresistas.
Puigdemont, la llave del gobierno de España
Y porque se da en medio de las negociaciones para que se pueda formar gobierno en España tras las elecciones del pasado 23 de julio: el Partido Socialista Obrero Español de Pedro Sánchez (PSOE, 121 escaños) quedó segundo tras el derechista Partido Popular (PP, 137), pero es el que tiene más opciones para lograr una mayoría parlamentaria para formar gobierno.
Para ello necesitaría el voto favorable de parte de los parlamentarios de Junts per Catalunya, el partido de Puigdemont. Esa formación, que con sus siete escaños se ha vuelto clave para el futuro político de España, busca negociar a cambio del apoyo la amnistía para extinguir todos los antecedentes penales por el referéndum independentista celebrado en 2017 y la posterior declaración de independencia, lo que permitiría, por ejemplo, el retorno de Puigdemont a suelo español.
"No cierra por vacaciones"
La noticia desató las críticas de los dirigentes independentistas.
"Todo en orden. Hace muchos años que la labor del TC es decorar jurídicamente una estrategia del Estado contra el independentismo. Y esta estrategia no cierra por vacaciones", escribió en las redes sociales Jordi Turull, secretario general de Junts per Catalunya.
Por su parte, el abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, ironizó con la rapidez con que fue tomada la decisión.
"Lo que no podemos decir es que el Constitucional no trabaja... el recurso lo presentamos el 31 de julio y ya está resuelto... ni un 'juicio rápido' es tan rápido", escribió en las redes sociales.
En espera de la euroorden
Puigdemont y el exconsejero catalán Toni Comín -ambos en Bruselas desde 2017- habían recurrido al TC para suspender las órdenes de detención en su contra dictadas en junio por el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena.
El magistrado tuvo que revisar sus procesos con la reforma del Código Penal, que derogó el delito de sedición (por el que fueron condenados), y procesarlos por los delitos de desobediencia y malversación agravada. Por eso, reactivó las órdenes de detención en España.
Esta orden no se extiende por ahora a nivel europeo.
Llarena está esperando para reactivar la euroorden a que la justicia europea se pronuncie sobre el último recurso de Puigdemont y Comín a la sentencia del Tribunal General de la UE (TGUE), que el pasado 5 de julio retiró la inmunidad de ambos europarlamentarios.
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