El James Webb revela los misterios de la estrella más antigua y lejana detectada hasta el momento
El instrumento NIRCam (cámara de infrarrojo cercano) del telescopio espacial James Webb de la NASA reveló que Earendel fue una estrella masiva de tipo B, más del doble de caliente que nuestro Sol, y alrededor de un millón de veces más luminosa.
Récord de antigüedad
El pasado año, el telescopio espacial Hubble detectó la Earendel (que significa "estrella de la mañana" en inglés antiguo) en la galaxia Arco del Amanecer. La estrella surgió en algún momento de los primeros mil millones de años del universo y es la más antigua y distante jamás detectada (su luminosidad ha viajado 12.900 millones de años luz hasta llegar a la Tierra). Los investigadores, convencidos de que la estrella ya se extinguió, estimaron que tendría 50 veces la masa del Sol.
El récord anterior para la estrella más distante lo ostentaba Ícaro. Ubicada a 9.000 millones de años luz, existió desde alrededor de 4.000 millones de años después del Big Bang y fue detectada por Hubble en 2018. Recientemente se identificó con el Webb una estrella gigante roja a la que nombraron Quyllur, observada en la luz que emitía unos 3.000 millones de años después del Big Bang.
Afortunada alineación con una lente gravitacional
Tanto el Hubble como el Webb pudieron detectar a Earendel debido a su afortunada alineación detrás de una 'arruga' en el espacio-tiempo (lente gravitacional) creada por el enorme cúmulo de galaxias WHL0137-08, ubicado entre la Tierra y la estrella, que produce un efecto de aumento como si fuera una lupa. Los astrónomos estiman que el objeto está magnificado por un factor de al menos 4.000 y, por lo tanto, es extremadamente pequeño. Earendel aparece como un único punto de luz, incluso en las imágenes infrarrojas de alta resolución del Webb.
Lo que revelaron los colores
Los astrónomos no esperaban que el Webb dejara ver ninguna compañera de Earendel, ya que estarían muy juntas y serían indistinguibles en la distancia. Sin embargo, basándose en los colores, los investigadores consideran que hay indicios de una estrella compañera, más fría y roja. La luz de la supuesta acompañante solo fue perceptible para el Webb, pues los instrumentos del Hubble no la pueden detectar debido a que sido estirada por la expansión del universo a longitudes de onda más largas. Los resultados de estas observaciones se publicaron recientemente en The Astrophysical Journal.