El comandante del Ejército de Colombia, general Luis Mauricio Ospina Gutiérrez, deberá acudir el próximo 22 de agosto a la Fiscalía para rendir una declaración jurada relacionada con el supuesto atentado que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) estaría planeando desde Venezuela, según denunció el titular del ente acusador la semana pasada.
La información la dio a conocer el fiscal general, Francisco Barbosa, a través de un comunicado. El titular del Ministerio Público se encuentra en Washington (EE.UU.), en una visita con la finalidad de sostener encuentros con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En el texto, Barbosa afirma que la decisión "es de autonomía de la fiscal a cargo del caso", que "tendrá que esclarecer estos hechos y por supuesto tendrá que darle claridad al país".
La semana pasada, la delegación del ELN –que este lunes inició su cuarto ciclo de conversaciones con el Gobierno colombiano– desmintió que existiera un plan para atentar contra la vida del fiscal general.
En un comunicado, el Ministerio Público aseveró que tres fuentes de información de distintos cuerpos de seguridad e inteligencia señalaron que se realizaría un atentado terrorista contra Barbosa, que habría sido planeado en Venezuela por cinco altos mandos del ELN.
Otras supuestas acciones
El grupo guerrillero también calificó de falsas las informaciones sobre intenciones de asesinato de la senadora ultraderechista María Fernanda Cabal, y del excomandante general del Ejército Eduardo Zapateiro.
El grupo guerrillero considera que los señalamientos de la Fiscalía en su contra son una "estrategia mediática" que persigue "crear confusión en la opinión pública nacional e internacional", y sembrar dudas sobre su compromiso con el cese al fuego bilateral acordado con el Ejecutivo.
Sin embargo, las alarmas han vuelto a encenderse en los medios. Este martes, Semana publicó la información –supuestamente obtenida de un documento interno de la Policía– donde se alerta sobre "una posible escalada de violencia" en la capital colombiana, que sería responsabilidad del ELN, por lo que la Fuerza Pública habría extremado las medidas de seguridad.
Hasta el momento, la delegación de ese grupo armado no ha manifestado su reacción.