El ministro de Economía y aspirante presidencial argentino, Sergio Massa, visitará esta semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) en busca de oxígeno de cara a la complicadas elecciones presidenciales de octubre.
Massa, precandidato del peronismo oficialista, tiene previsto partir este lunes por la noche a Washington para entrevistarse con la cúpula del Fondo y seguir la resolución del directorio, que el miércoles debe reunirse para refrendar la revisión del acuerdo de facilidades extendidas y desembolsar 7.500 millones de dólares, como se acordó en julio, para entre otras cosas fortalecer las reservas internacionales en un contexto de disparada inflación y devaluación del peso.
No se descarta que el desembolso sea por una cantidad mayor o que se alcance un compromiso para un segundo giro en los próximos meses. El propio Massa anticipó días atrás que el objetivo era tener acceso a unos 10.000 millones de dólares.
El acuerdo de julio incorporó el impacto de la grave sequía en el país sudamericano, que ha ocasionado pérdidas por miles de millones de dólares, sobre todo en el sector agroexportador.
Un desembolso crucial
El ministro, que viajará con buena parte de su gabinete, tendrá una agenda de dos días, que incluye reuniones con funcionarios de la Casa Blanca y el miércoles con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, con la que intentará negociar una ampliación de los desembolsos, entre otros asuntos, según confirmaron a Télam fuentes del Palacio de Hacienda.
También mantendrá encuentros con la directora gerente de Operaciones del Banco Mundial, Anna Bjerde, y con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn. Con ambas instituciones, Buenos Aires podría alcanzar acuerdos para nuevos préstamos.
Un desembolso crucial
El desembolso del FMI es crucial para el gobierno argentino porque le permite ganar oxígeno hasta octubre, aquietar la inestabilidad económica, después del revés sufrido en las elecciones primarias, en las que el candidato ultraliberal Javier Milei ganó con holgura.
Tras la victoria del polémico candidato que propone la dolarización, el gobierno argentino tuvo que intervenir la economía, devaluando el peso un 20 % en el mercado oficial y subiendo el tipo de interés, para evitar más fuga de capitales. A ello se sumó la depreciación de los otros tipos de cambio en el mercado paralelo, lo cual diezma todavía más el ya deteriorado poder adquisitivo de los argentinos.
"Una decisión muy desagradable"
Massa reconoció que el ajuste cambiario, al que finalmente recurrió tras meses negándose a hacerlo, fue una imposición del FMI.
"Argentina tuvo que tomar una decisión muy desagradable que fue la devaluación de su moneda por imposición del Fondo Monetario Internacional (...). Ellos exigían una actualización del tipo de cambio porque desde 2021 hasta ahora traíamos un retraso cambiario de casi 19 puntos y medio", dijo en una entrevista televisiva.
"Ojo, ellos pedían unificación cambiaria y 60% de devaluación. Hubo un mes en el que la negociación estuvo cortada porque ellos se plantaron en el 60 % y nosotros en el 20", agregó.
Las chances presidenciales
Tener la situación económica bajo control gracias al préstamo es requisito para mantener las posibilidades del candidato de Unión por la Patria en los comicios.
El peronismo, en medio de la grave crisis económica que vive el país, quedó en tercera posición en intención de voto, en uno de sus peores resultados de las últimas décadas.
El viaje de Massa es parte de la revisión de las condiciones del Programa de Facilidades Extendidas con el FMI para refinanciar la deuda por 45.000 millones de dólares, suscrito en marzo de 2022 por el gobierno de Alberto Fernández, con la intención de cumplir con el pago de las obligaciones récord que dejó la gestión de Mauricio Macri (2015-2019).