El director general de la agencia espacial Roscosmos, Yuri Borísov, ofreció este viernes algunos detalles nuevos sobre la fallida misión de la sonda espacial rusa Luna-25, que se estrelló contra la superficie lunar el pasado 19 de agosto.
El motor piano (una especie de freno) de este módulo de alunizaje automático no actuó conforme a la información que debía recibir del acelerómetro, dijo el funcionario en una rueda de prensa. "Es un aparato que muestra los cambios en la velocidad", explicó, y señaló que la falla se debió a que "los acelerómetros no se habían encendido".
Once de 16 hipótesis sobre lo sucedido han sido puestas a prueba hasta el momento, especificó Borísov, quien espera que la investigación del accidente se haya completado para el final de este septiembre.