Las lluvias torrenciales y el frío de otoño dificultarán el avance de las fuerzas ucranianas en el campo de batalla, según un artículo publicado este domingo por The Wall Street Journal.
"Los aguaceros incesantes pueden deshacer las carreteras, y el hielo en los caminos complica las operaciones básicas, desde cargar proyectiles de artillería hasta apretar un gatillo", escribe el periódico.
WSJ detalla que hay la preocupación de que "el agotador asalto ucraniano a las defensas rusas llegue a abrir una brecha que sus pesados blindados no puedan aprovechar rápidamente, porque el terreno está demasiado embarrado o nevado".
Según el medio, las condiciones más difíciles se darán en noviembre y principios de diciembre, cuando las carreteras se vuelven fangosas, pero después el barro se endurecerá y será más fácil moverse.
De atacar a mantener el terreno
El periódico también se refiere a las recientes declaraciones del jefe de la Dirección General de Inteligencia de Ucrania, Kiril Budánov, quien dijo que "es más difícil luchar en el frío, en la humedad, en el barro".
Mientras, un oficial occidental expresó que, para finales de octubre, los militares ucranianos tendrán que pasar de atacar a mantener el terreno y a proteger la infraestructura durante el invierno.
En agosto, la inteligencia británica ya sugirió que la maleza que crece en el campo dificulta la contraofensiva ucraniana. "Las tierras predominantemente cultivables de la zona de combate llevan 18 meses en barbecho, y la reaparición de maleza y arbustos se aceleró debido a las condiciones cálidas y húmedas del verano", indicó en su informe.