¿Por qué el edificio del mayor centro de tortura de la dictadura argentina fue declarado Patrimonio Mundial?

El presidente Alberto Fernández dijo que en la antigua Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) "se expresó lo peor del terrorismo de Estado".

Un edificio símbolo del dolor, reconvertido en museo para promover la memoria sin odio y los derechos humanos, se sumó este martes a la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco: se trata del predio que alberga la antigua Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), el mayor centro de tortura de la dictadura argentina.

Se calcula que por las paredes de ese lugar clandestino pasaron al menos 5.000 de los 30.000 detenidos desaparecidos por el régimen, entre 1976 y 1983. Años después, entrada la democracia, fue reconvertido en el Museo Sitio de Memoria Esma, un espacio de reflexión para evitar que episodios oscuros como ese se repitan.

La decisión se da cuando se cumplen 40 años del regreso de la democracia y en medio de un auge en Argentina de las actitudes negocionistas e incluso reivindicativas de ese período.

"Como parte de una estrategia nacional para destruir la oposición armada y no violenta al régimen militar, el edificio del Cuartel de Oficiales de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada se utilizó para mantener cautivos a opositores que habían sido secuestrados en Buenos Aires e interrogarlos, torturarlos y finalmente asesinarlos", señala el organismo de la ONU en un comunicado.

Vuelos de la muerte, robo de niños

La ESMA, que ocupa 17 hectáreas en el apacible barrio bonaerense de Núñez, sigue estando muy presente en la memoria de los argentinos. Fue creada en 1928 para instruir a oficiales navales y marineros.

Pero cuando los militares argentinos tomaron el poder en 1976, la escuela, especialmente el pabellón de tres plantas del Casino de Oficiales, se convirtió en el siniestro centro de operaciones de la Armada para el secuestro, tortura y asesinato de activistas políticos y sociales, pero también de civiles, obreros, atletas y religiosos.

El horror vivido ahí es difícil de imaginar. Era el último sitio que muchos pisaban antes de desaparecer o ser arrojados desde aviones al Río de la Plata, en los llamados 'vuelos de la muerte'. Allí nacieron niñas y niños en cautiverio que luego serían separados de sus madres. Muchos de ellos fueron robados y décadas después continúan siendo buscados.

"Lo peor del terrorismo de Estado"

Un escenario de miles de vidas truncadas, cuyas heridas siguen sin cerrarse. 

En un video de agradecimiento transmitido en Riad, donde se reúne estos días el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, el presidente Alberto Fernández recordó que la "Argentina de esos años sufrió la persecución de todos los que se oponían a la dictadura militar" y aseguró que este reconocimiento servirá "para que nadie pueda negar u olvidar el horror que se vivió allí".

"La memoria hay que mantenerla viva básicamente para que las malas experiencias no se repitan. En la ESMA se expresó lo peor del terrorismo de Estado", declaró.

El mandatario agradeció a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, cuya frenética búsqueda sus hijos y nietos enseñó "a un país entero a nunca claudicar su lucha". 

Durante la dictadura, existieron más de 700 lugares de detención ilegal. Cada año 150.000 personas, muchos estudiantes, visitan el museo para participar en sus actividades de reflexión.

En 2004, la ESMA fue declarado monumento histórico y, en mayo de 2015, fue convertida en Espacio de la Memoria, durante el Gobierno de Cristina Fernández (2007-2015). Alberga varios espacios de exhibición, con archivos, voces y fotos de los secuestros y de las vejaciones que sufrieron las víctimas del terrorismo de Estado.