La nave espacial OSIRIS-REx (acrónimo en inglés de la misión Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos y Explorador-Seguro de Regolitos), de la NASA, se aproximará a la Tierra el próximo domingo para entregar una muestra de rocas y polvo recogidos de la superficie del asteroide Bennu.
La OSIRIS-REx es la primera misión estadounidense que recolecta una muestra de un asteroide. Fue lanzada el 8 de septiembre de 2016 mediante un cohete Atlas V 411, desde Cabo Cañaveral, Florida (EE.UU.). Ahora, en su aproximación al planeta, dejará caer en paracaídas sobre el desierto de Utah (EE.UU.) una cápsula con cerca de 60 gramos de esas muestras. Se trata, con mucho, de la mayor cantidad de material jamás recogido de un asteroide, pues el peso de lo obtenido por la sonda japonesa Hayabusa2 en el asteroide Ryugu, en el 2020, no superó los 0,1 gramos.
Una "pieza primordial de nuestro sistema solar"
Las muestras que recolectó la OSIRIS-REx del asteroide, en octubre del 2020, ayudarán a entender cómo se formaron los planetas y comenzó la vida. El antiguo asteroide Bennu, que se encuentra actualmente a más de 321 millones de kilómetros de nuestro planeta, ofrece a los científicos una ventana al primitivo Sistema Solar, ya que se formó hace miles de millones de años y podría contener elementos que quizá ayudaron a sembrar la vida en la Tierra. Los investigadores consideran, además, que la misión mejorará nuestra comprensión de los asteroides que podrían impactar contra el planeta.
"Los numerosos logros de OSIRIS-REx demostraron la forma audaz e innovadora en la que se desarrolla la exploración en tiempo real", comentó Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia en la sede de la NASA. "Tenemos una pieza primordial de nuestro sistema solar de regreso a la Tierra, en la que muchas generaciones de investigadores podrán descubrir sus secretos", agregó.
Misión extendida
Después de esta primera misión de siete años, la nave llevará a cabo en 2029 una misión extendida, denominada OSIRIS-APEX, en la que orbitará un asteroide cercano a la Tierra, el Apophis, de aproximadamente 370 metros de diámetro. Se espera que proporcione una visión cercana y sin precedentes de ese asteroide de tipo S.
La misión busca estudiar los cambios causados en el asteroide por su sobrevuelo cercano a la Tierra. En ese orden, se planea utilizar los propulsores de gas de la nave espacial para intentar desprender partículas de polvo y pequeñas rocas en y debajo de la superficie de Apophis.