El Senado de Argentina aprobó este jueves la reforma de la ley del impuesto a las ganancias, que establece la suba del mínimo no imponible. Es decir, eleva el piso salarial a partir del cual los trabajadores son alcanzados por el tributo.
La iniciativa contó con el apoyo de 38 legisladores, mientras que otros 27 votaron en contra.
El proyecto de ley fue presentado por el Gobierno nacional y busca dar alivio a los bolsillos de una porción de trabajadores que tenían que pagar el impuesto.
Serán afectados por el impuesto a las ganancias quienes perciban ingresos equivalentes a 15 salarios mínimos mensuales, que hoy equivale a más de 1.770.000 pesos (5.057,74 dólares).
Se trata de un conjunto integrado por unos 800.000 contribuyentes, entre los cuales integran puestos de gerencias, subgerencias y puestos calificados.
El montó base será actualizado dos veces al año: en enero y julio.
Alivio frente a la inflación
Si bien la medida ya rige a través de un decreto dispuesto la semana pasada por el ministro de Economía, Sergio Massa, el Gobierno envió el proyecto de ley para que el Congreso avale la modificación de la ley, que aplicaría a partir del 1 de enero de 2024. La semana pasada, la Cámara de Diputados había dado media sanción a la iniciativa.
Con esta medida y otras como la exoneración del IVA en compras de primera necesidad, el Gobierno busca recomponer el ingreso de las clases media y baja para hacer frente a la alta inflación, que en agosto alcanzó el 12,4 % y acumuló un 124,4 % interanual.
La suba del mínimo no imponible para el pago de ganancias fue calificada por parte de la oposición como una medida "electoralista", es decir, que busca atraer votos para el oficialismo pensando en los comicios del próximo 22 de octubre. De hecho, la alianza Juntos por el Cambio (JxC) no apoyó el proyecto ni en Diputados ni en el Senado, tal como había adelantado antes del debate.
El expresidente Mauricio Macri, referente de esa coalición de derecha, había prometido eliminar el impuesto durante su campaña electoral, previa a ganar las elecciones de 2015, pero finalmente no lo hizo. Por el contrario, con las modificaciones aplicadas durante su gestión, la cantidad de trabajadores que lo pagaban se duplicó, pasando de 1,2 millones de personas a 2,3 millones, según un análisis de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), difundido por Télam.