El jefe del Estado Mayor del Reino Unido, el amirante Tony Radakin, admitió en una entrevista en el pódcast 'War on Rocks' que las líneas de defensa rusas han sido más resilientes de lo que Occidente esperaba, al tiempo que auguró que el conflicto entre Kiev y Moscú podría prolongarse en el tiempo.
Citado por el diario The Times, Radakin defendió que Occidente debe ceñirse a un enfoque ponderado y tener "mucho cuidado para no precipitarse a emitir juicios fáciles" sobre el transcurso de la contraofensiva ucraniana, la cual, hasta ahora, no ha conseguido resultados significativos. En este contexto, hizo hincapié en que las expectativas de lo que Kiev pueda conseguir a corto plazo en el campo de batalla deberían ser "ajustadas".
El almirante británico apuntó que al principio de su contraofensiva, Kiev todavía estaba buscando más equipos y armas, y la falta de estos, junto con el mal tiempo, repercutió negativamente en sus intentos de penetrar las defensas rusas. "En realidad, algunas de aquellas líneas de defensa rusas han sido más fuertes de lo esperado inicialmente", remarcó.
Entre otros factores de la falta de éxito de la contraofensiva, el jefe del Estado Mayor británico citó la falta de entrenamiento del personal militar ucraniano, así como la amplia gama de equipos bélicos con diferentes sistemas suministrados por Occidente.
"Las fuerzas [ucranianas] no son soldados profesionales; es un ejército de ciudadanos. Entonces, ¿cómo se consigue que un ejército de ciudadanos luche como lo está haciendo Ucrania para superar las defensas rusas? Hay un elemento de humildad y aleccionador en ello", dijo.
Sin embargo, Radakin insistió en que Kiev está "haciendo progresos", por lo que llamó a los socios occidentales a seguir brindando asistencia a Ucrania. "Son los militares los que ganan las batallas, pero es la economía y su sostenibilidad la que tiende a ganar las guerras", sintetizó.
Este jueves, Radakin se reunió en Kiev con el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valeri Zaluzhny, en la que abordaron, entre otros asuntos, la necesidad de reforzar las defensas antiaéreas ucranianas.
Por su parte, el martes el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, cifró en más de 17.000 las bajas en el Ejército ucraniano en lo que va de mes, además de la destrucción de más de 2.700 equipos bélicos.