La India está a punto de completar la construcción de una carretera que le procurará un enlace alternativo con su base militar más septentrional, situada en el territorio de Ladakh, cerca de la frontera común con China, que no está claramente demarcada. Esta vía al norte del Himalaya preocupa a la parte china por resultar 'invisible' desde la línea de contacto entre ambas partes, reportó el viernes el periódico Hindustan Times.
La carretera en construcción, de 130 kilómetros de largo, se sitúa más lejos de la denominada Línea de Control Actual entre los territorios en disputa. Además, no se puede ver desde el lado chino, lo que la hace menos vulnerable ante eventuales ataques, señaló al medio un funcionario anónimo. Según la fuente, este eje de comunicación con la base de Daulat Beg Oldi podría estar listo para respaldar "movimientos militares críticos" a finales de noviembre.
Cerca de 2.000 personas están trabajando en el proyecto, cuyas obras han llegado a su fase más desafiante, con la extensión de un tramo sobre un glaciar escarpado y la construcción de un puente sobre el río Shyok. "Se están empleando las últimas tecnologías para superar los obstáculos de la construcción en la última etapa", dijo el funcionario.
De esta forma, Nueva Delhi puede preparar accesos a las llanuras de Depsang, una zona de alta montaña que en 2013 se halló en punto álgido de la disputa fronteriza entre la India y China. El 15 de abril de ese año, la India denunció una 'incursión', a través del lecho seco del arroyo Raki Nala, de un gran contingente del Ejército Popular de Liberación de China en lo que Nueva Delhi considera sus tierras al norte del Himalaya.
Entonces, las tropas indias respondieron a la presencia china estableciendo un campamento a 300 metros de distancia del contrincante. En mayo, las negociaciones bilaterales resolvieron la tensión, pero no la propia disputa territorial, que volvió a estallar en dos ocasiones: en 2017 y en 2020.