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El partido de Scholz fracasa en las elecciones regionales en Alemania
Los partidos conservadores de la oposición y de la extrema derecha toman la delantera, impidiendo la creación de una coalición 'semáforo' en los parlamentos regionales.
El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD, por sus siglas en alemán), al que pertenece el actual canciller, Olaf Scholz, perdió el domingo pasado las elecciones en los estados federados alemanes de Hesse y Baviera, otorgando la victoria a partidos opositores, según los datos de Spiegel.
En Hesse, la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU), el partido de la excanciller Angela Merkel, obtuvo la mayoría de los votos (un 34,6 %), casi ocho puntos porcentuales más en comparación con el año 2018. El segundo lugar ocupa el movimiento ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) con un 18,4 %. Por su parte, el SPD recibió solo un 15,1 % de los votos, un 4,7 % menos que en las últimas elecciones.
La situación en estado federado de Baviera es muy parecida, ganando con un 37 % la Unión Social Cristiana (CSU), mientras que el partido de Scholz obtiene solo 8,4 % de los votos. Además, la AfD registró un nuevo récord de apoyo al recibir el 14,6 % de los votos, lo que supera la cifra anterior en 4,4 puntos porcentuales.
Los resultados de los Verdes y el Partido Democrático Libre (FDP), que junto con el SPD forman parte de la coalición gobernante, también se han deteriorado desde 2018, lo que significa la imposibilidad de crear el así llamado 'semáforo' en los parlamentos regionales.
De acuerdo con algunos expertos, entre los problemas clave que influyeron los resultados electorales figuran la depresiva situación económica y las preocupaciones migratorias. Asimismo, la población no está satisfecha con la política realizada bajo del liderazgo de Scholz: según una encuesta realizada a finales de agosto, un 70 % de los ciudadanos alemanes quiere que un nuevo canciller llegue al poder.
Anteriormente, Alemania fue reconocida como la principal economía desarrollada con peor desempeño del mundo, enfrentándose al mismo tiempo con una desaceleración en el crecimiento económico de China, su socio comercial clave; el retraso en el uso de la tecnología digital o en la aprobación de proyectos de energía renovable; así como la escasez de mano de obra calificada.
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