Confirman la muerte de una israelí de 18 años de origen brasileño secuestrada por Hamás

Tchelet Fishbein vivía en un kibutz cerca de la Franja de Gaza, que fue invadido el pasado sábado por el grupo armado palestino.

La israelí Tchelet Fishbein (o Celeste, como le llamaba la familia en portugués), de 18 años, hija y nieta de brasileños, y que fue secuestrada por el grupo armado palestino Hamás, apareció muerta, según informaron las autoridades de Israel a su familia, a quien no dieron detalles sobre dónde y cuándo se encontró el cuerpo de la joven. 

Tchelet, que nació en Israel, vivía en un kibutz cerca de la Franja de Gaza, en el sur de país. El sábado 7 de octubre, integrantes de Hamás invadieron la comunidad.

Tchelet llegó a responder mensajes grupales en el celular. "Terroristas de Hamás disfrazados de soldados del Ejército israelí están llamando a las puertas. Por favor no abran las puertas. Protejan sus vidas. Compartan", escribió.

En la lista de secuestrados

Según los relatos de la familia, la joven llegó a esconderse en un búnker con su novio, del que no ha trascendido su identidad y quien, según la prensa, también apareció muerto.  

"Al principio pensamos que Tchelet podría estar escondida. Muchas personas permanecían dentro de los búnkeres esperando ser rescatadas. Pero luego supimos que ella estaba en la lista de secuestrados", explicó hace unos días a la prensa su prima, Rinat Balazs.

Las autoridades brasileñas confirmaron el pasado fin de semana la muerte del israelí Gavriel Yishay Barel, de 22 años y también hijo de brasileños, que se encontraba en el festival de música que atacó Hamás y que dejó más de 260 fallecidos.

A estas muertes se suman las de Ranani Nidejelski Glazer, de 23 años; Bruna Valeanu, de 24; y Karla Stelzer Mendes, de 42, que también estaban en la rave. 

La escalada del conflicto entre Israel y Hamás sigue cobrando fuerza. De acuerdo con las últimas estimaciones, más de 2.800 palestinos han muerto y unos 12.000 han resultado heridos desde la escalada de las hostilidades, mientras que más de 1.400 israelíes perdieron la vida y unos 3.300 sufrieron lesiones.

Paralelamente, más de 423.000 habitantes de Gaza han tenido que desplazarse como consecuencia de la situación.