Fabricantes de armas de EE.UU. calculan los beneficios obtenidos por el conflicto en Ucrania

Las principales empresas armamentísticas estadounidenses han presentado resultados mejores de lo esperado en los últimos días y esperan el aumento de la demanda a corto plazo, según Reuters.

Los pedidos militares para Ucrania empiezan a impulsar los ingresos de los principales contratistas de defensa estadounidenses, como Lockheed Martin, General Dynamics, Raytheon Technologies Corporation (RTX) y otros, informa Reuters.

Según la agencia, dichas compañías han presentado mejores resultados de lo esperado en los últimos días y, ahora, los ejecutivos esperan que tanto el conflicto en Ucrania como la guerra entre Israel y el grupo militante palestino Hamás impulsen la demanda a corto plazo.

"Hemos pasado de 14.000 cartuchos (de artillería) al mes a 20.000 muy rápidamente. Estamos trabajando antes de lo previsto para acelerar esa capacidad de producción hasta los 85.000, incluso hasta los 100.000 cartuchos al mes", dijo Jason Aiken, director financiero de General Dynamics. "Y creo que la situación de Israel solo va a presionar al alza esa demanda", agregó.

La división de sistemas de combate de General Dynamics, que fabrica vehículos blindados, tanques y artillería que utiliza Ucrania, aumentó sus ingresos casi un 25 % en comparación con el mismo periodo del año anterior, señala Reuters.

Mientras, las ventas del tercer trimestre en el segmento de Sistemas de Defensa de la compañía Northrop Grumman aumentaron un 6 % por la alta demanda de municiones y motores de cohetes. La sueca Saab elevó el jueves sus previsiones de ventas para todo el año y la alemana Rheinmetall también afirmó que la ganacia del tercer trimestre se disparó por la fuerte demanda de armas y municiones.

Sin embargo, la agencia indica que los ejecutivos de varias empresas de defensa advierten que la falta de mano de obra cualificada y los problemas de la cadena de suministro siguen obstaculizando la capacidad de las empresas para satisfacer los pedidos.

En particular, en la corporación Lockheed se han visto afectadas divisiones como la aeronáutica, que fabrica el avanzado caza F-35, debido a la necesidad de ensamblajes de procesadores, motores de cohetes sólidos, piezas fundidas y forjadas.