Germán Alejandro Rivera García, capitán retirado del Ejército colombiano, fue condenado este viernes en una Corte Federal de Miami a cadena perpetua por haber liderado un grupo de 20 mercenarios para llevar a cabo en 2021 el magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moïse, informa AP.
El exmilitar, de 45 años, es el segundo condenado de un total de once imputados en el sur de Florida por el asesinato del entonces presidente haitiano, quien recibió doce disparos en su residencia privada en Puerto Príncipe, la capital del país caribeño. Rivera, una de las primeras personas arrestadas después del suceso, en septiembre se declaró culpable de haber conspirado y respaldado el complot para matar al mandatario.
De acuerdo con los documentos oficiales, Rivera fue designado como jefe del grupo armado que se dirigió a la casa de Moïse el día del magnicidio y tenía pleno conocimiento de que el plan inicial de secuestro había cambiado y su nuevo objetivo era asesinar al mandatario. Además, el exmilitar colombiano ofreció entrenamiento, asesoramiento y asistencia en la planeación del operativo.
Aunque Rivera, conocido también como 'Coronel Mike', fue condenado a cadena perpetua, un acuerdo de culpabilidad acordado con las autoridades anteriormente le brinda la posibilidad de reducir su pena en el futuro.
Más de 40 detenidos
El pasado junio, el nacotraficante haitiano-chileno Rodolphe Jaar fue condenado también a cadena perpetua por su participación en el magnicidio, y a principios de octubre, el exsenador haitiano Joseph Joel John se declaró culpable por el crimen. Se espera que sea condenado en diciembre, mientras que los ocho imputados restantes tendrán un juicio el próximo año.
Actualmente permanecen detenidos más de 40 sospechosos, de los cuales 18 son exmilitares colombianos. La semana pasada, la Policía haitiana arrestó a Joseph Félix Badio, un exagente policial sindicado de haber planificado el asesinato, quien había estado prófugo por más de dos años.
Después del magnicidio de Moïse, la crisis socio-política se agravó en Haití y el país se sumergió en una ola de violencia a manos de las pandillas, por lo que a principios de octubre, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó el despliegue de una fuerza multinacional militar-policial para restituir el orden público.