Revelan que la CIA monitoreó las políticas de derechos humanos de Raúl Alfonsín en Argentina

Documentos desclasificados refieren que el dirigente fue un foco de atención para los espías norteamericanos.

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EE.UU. vigiló las políticas que el fallecido presidente de Argentina, Raúl Alfonsín, puso en marcha con respecto a las Fuerzas Armadas cuando terminó la dictadura militar (1976-1983), período caracterizado por masivas violaciones a los derechos humanos.

Así lo reveló este miércoles el diario Página 12 en un análisis sobre los documentos desclasificados de la CIA que dieron a conocer las Abuelas de Plaza de Mayo y el Centro de Estudios Legales y Sociales, dos de los organismos de derechos humanos más reconocidos en el país sudamericano.

"Desde antes de asumir, el dirigente de la Unión Cívica Radical (UCR) fue un foco de atención para los espías norteamericanos, que se interesaron por su política de juzgamiento de los militares", afirmó el matutino al explicar que en diciembre de 1983 la CIA publicó un informe titulado 'Indicaciones de inestabilidad política en países clave'.

Uno de los países monitoreados era Argentina, ya que ese mes, Alfonsín había asumido como presidente luego de ganar las elecciones que pusieron fin a siete años de dictadura.

"En ese reporte, los analistas norteamericanos evaluaban que la victoria que Alfonsín había conseguido frente al Partido Justicialista (PJ) y el desorden que reinaba dentro de las Fuerzas Armadas le daría un período de gracia de seis meses para impulsar reformas", agregó.

Riesgos

La CIA advirtió que, a pesar de que no preveía ninguna amenaza seria de intervención militar durante el primer año del Gobierno de Alfonsín, "la reaparición de importantes tensiones sociales podría tentar a los líderes militares".

Para evitar este escenario, la agencia estadounidense consideró que Alfonsín podría sacar ventaja de su fortaleza como presidente democráticamente electo y de la debilidad de las Fuerzas para recuperar el control civil y recortar el gasto militar.

"(La CIA) sostenía que el presidente podría comprometerse con dos temas sensibles para los militares, los derechos humanos y la corrupción, y dejarlos en mano de los tribunales para que investiguen y decidan", agregó.

Los espías definieron a Alfonsín como un dirigente político "con profundos ideales democráticos" que no era "dogmático ni inflexible" y que se había identificado con el movimiento de derechos humanos "mucho antes de que se volviera popular o seguro".

La desclasificación de documentos de la CIA con respecto a Argentina comenzó en 2000 pero se intensificó en 2016, cuando el expresidente estadounidense Barack Obama realizó una gira al país sudamericano y se comprometió a otorgar un mayor acceso a los archivos.

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