El nuevo primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, aclaró este lunes que su promesa electoral acerca de que "ni un solo cartucho" saldría del país rumbo a Ucrania se refería exclusivamente a los suministros de las reservas del Ejército eslovaco y no a las empresas privadas, que podrán seguir vendiendo armamento a Kiev.
"Si una empresa quiere producir y vender armas en el extranjero, no tenemos nada en contra", indicó el primer ministro, citado por Bloomberg.
Un día después de asumir como primer ministro del país, el pasado 25 de octubre, Fico comunicó que su país dejaría de proporcionar ayuda militar a Ucrania. "Interpretamos toda la ayuda a Ucrania únicamente como ayuda humanitaria y civil", declaró.
Por su parte, el ministro eslovaco de Defensa, Robert Kalinak, calificó el envío de armas a Ucrania como uno de los "mayores fracasos" de la Administración del ex primer ministro Ludovít Ódor. En este sentido, no dudó en calificar de "regalo censurable" la técnica militar y la munición que su país había suministrado a Kiev y que eran "muy necesarios" para la propia Bratislava.
Eslovaquia ha sido un proveedor clave de munición para Ucrania, que también compró al país centroeuropeo obuses autopropulsados Zuzana 2.