El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, planea desarrollar una "intensa" diplomacia telefónica con los países que se abstuvieron en la votación de la resolución de alto el fuego en Gaza en la Asamblea General de la ONU, para, de esa forma, poner fin a "la masacre" en el enclave palestino, según lo anunció este domingo a los periodistas.
"Israel es ahora un país asesino de bebés a los ojos de la sociedad", enfatizó el mandatario turco, que acusó al país hebreo de cometer "crímenes de guerra ante los ojos de todo el mundo al atacar campos de refugiados, sin distinguir entre hospitales, escuelas, lugares de culto, mezquitas, iglesias e incluso ambulancias que transportan a enfermos y muertos".
Erdogan acusó a los países occidentales de limitarse a "observar todas las atrocidades desde las gradas", mientras que las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales se han revelado "disfuncionales y ciegas cuando el fallecido es musulmán".
"Gaza es, ante todo, la tierra del pueblo palestino. Estados Unidos debe aceptar esto", subrayó Erdogan, que insistió en que Hamás no es una organización terrorista, sino "personas que luchan por proteger sus tierras y luchar por su patria".
Tras condenar la opinión del presidente estadounidense, Joe Biden, que insiste en que apoyará a Israel en su derecho a defenderse, Erdogan opinó que "no será posible llegar a un acuerdo" con el líder norteamericano.
Para lograr una paz duradera en la región, Erdogan considera imprescindible crear un "Estado palestino independiente y soberano con integridad geográfica, sobre la base de las fronteras de 1967, con Jerusalén Este como su capital".
Tras proponer la celebración de una reunión "a la que asistan todos los actores de la región, incluidas las partes en conflicto", el presidente resaltó la condición de Turquía de "país clave" en la futura resolución de la crisis en Oriente Medio, tiempo que criticó a "los países que vienen de decenas de miles de kilómetros de distancia y quieren acumular poder" en la región.