Miembros de una expedición científica rusa en la Antártida, alojada en la estación polar Vostok, reportaron haber terminado con éxito un experimento de cultivo de hortalizas en medio de un foco de temperaturas extremadamente bajas.
Dos invernaderos de diferentes tipos han demostrado su capacidad de rendir 99 kilogramos de pepinos por metro cuadrado al año. Además, produjeron 149 kilos de col rizada, 29 kilos de tomates y 11 kilos de pimientos dulces, entre otras varias verduras. Todas las plantas se cultivaron sin suelo habitual, con una capa fina como sustituto de la tierra y una combinación de soluciones minerales bajo luz artificial.
Los pepinos se han cosechado esta temporada por primera vez en Vostok. El cultivo duró 60 días desde la fecha de la siembra de semillas, y rindió 16,5 kilogramos por metro cuadrado. El resto de las hortalizas batió los récords de años anteriores, puesto que el experimento de agricultura en condiciones extremas está en marcha desde comienzos de 2020.
"El rendimiento y el sabor de los pepinos impresionaron y deleitaron a todos los exploradores polares", aseguró el geofísico Andréi Tepliakov, del Instituto de Investigación del Ártico y la Antártida de la Academia de Ciencias de Rusia. El miembro del equipo de la estación también informó que una parte de los frutos cultivados ha sido desecada y empaquetada para enviarla luego a un laboratorio de San Petersburgo, en Rusia, donde la someterán a un análisis detallado.
La jefa científica del proyecto de horticultura polar, Gayané Panova, valoró la cosecha como un "resultado muy bueno", aunque los tallos eran solo la mitad de largos de lo que pueden crecer en condiciones controladas con alumbrado artificial en los avanzados invernaderos. Las cosechas anuales allí varían entre 90 y 213 kilos del metro cuadrado. Sin embargo, algunas verduras mostraron un rendimiento de 1,2 a 2 veces mayor que el registrado en los invernaderos con hidroponía en Rusia.
"Estamos haciendo todo lo posible para que los científicos trabajen en la Antártida en las condiciones más cómodas. Para ello, se está construyendo un nuevo complejo de invernada Vostok, que esperamos poner en marcha en modo de prueba ya a principios de 2024, afirmó el director del Instituto de Investigación del Ártico y la Antártida, Alexánder Makárov. "El invernadero será una agradable adición a la nueva estación,que no solo agradará a la vista, sino que también complementará la dieta de los exploradores polares con verduras frescas, hierbas y, tal vez, incluso bayas", anunció el responsable.
A finales de julio pasado, científicos mostraron una cosecha de sandías que habían obtenido en la misma estación antártica rusa.