Las autoridades militares de Ucrania no disponen de una planificación de combate para el próximo año, reconoció el diputado David Arajamia, uno de los negociadores ucranianos que participaron en las conversaciones de paz con Rusia en la primavera de 2022.
En una reciente entrevista, Arajamia explicó que el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de su país debía elaborar un documento en que el que se expusiera cómo lucharían los soldados, cuántas personas harían falta en el frente, cuántas podrían ser desmovilizadas y cuánto dinero habría que destinar a gastos militares.
"Realmente nadie en el país tiene un plan así", admitió el diputado ucraniano, al señalar que el Comité para la Seguridad, Defensa e Inteligencia del Parlamento ucraniano lleva esperando el informe desde hace "mucho tiempo". "Todos los comandantes militares" deben participar en su elaboración, precisó Arajamia, haciendo hincapié en que no se refiere a personas concretas, "sino a la institución".
Previamente, Mariana Bezúglaya, presidenta adjunta del comité, había afirmado que debido a que el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valeri Zaluzhny, no tiene ningún plan estratégico para el año que viene, debía renunciar a su cargo.
La legisladora sostuvo que Zaluzhny "no pudo proporcionar un plan [estratégico] para 2024 ni grande ni pequeño ni asimétrico ni simétrico". La ausencia de un concepto sobre el futuro del conflicto crea contratiempos para la planificación del presupuesto de 2024, un problema que —según ella— fue en aumento el pasado verano, tanto en el Cuartel General como en el Parlamento.
Bezúglaya especificó que la cúpula militar no ha podido proporcionar ningún plan detallado para la formación y rotación de tropas ni para la creación de nuevas brigadas o sobre los gastos que supondrían. En cambio, "los militares se limitaron a decir que tenían que tomar al menos 20.000 ciudadanos al mes".
- A primeros de noviembre, Zaluzhny admitió en una entrevista que Rusia está en una mejor posición en el conflicto armado, dada su mayor población y una economía más robusta con mayores recursos, al tiempo que reconoció la falta de avances en la contraofensiva y describió la situación actual en el frente como de "estupor" y "punto muerto".
- El presidente Vladímir Zelenski rechazó esta evaluación y recomendó que los militares se mantuvieran al margen de la política.