La Casa Blanca aspira a reducir a la mitad los ingresos de petróleo y gas de Rusia para 2030, afirmó este viernes el subsecretario de Estado de EE.UU. para Recursos Energéticos, Geoffrey Pyatt, en un comentario a Financial Times.
"Esto es algo que tendremos que seguir en los años venideros, mientras [el presidente ruso, Vladímir] Putin persista en esta guerra [en Ucrania]", destacó el diplomático. Explicó que "el objetivo de estas sanciones es cambiar el comportamiento de Rusia y garantizar que Putin no esté en posición, cuando se alcance algún tipo de paz, de utilizar tres o cuatro años para rearmarse y preparar a su Ejército para la tercera fase de la invasión de Ucrania", añadió.
Además, Pyatt abordó el tema de la flota de los llamados 'petroleros en la sombra' que supuestamente se usa para eludir sanciones. De acuerdo con el subsecretario, Washington busca "formas de hacer menos efectiva esa flota en la sombra". A la pregunta de si Washington apoyaría medidas para obligar a las aseguradoras occidentales a exigir más información a los cargadores y a llevar a cabo una mayor diligencia debida en los buques que transportan petróleo ruso, Pyatt respondió: "Atentos a este espacio".
El diplomático dijo también que los funcionarios del Departamento del Tesoro estadounidense están examinando las formas de "cómo garantizamos la eficacia continua de esta política".
A mediados de noviembre, se informó que el tope al precio del petróleo ruso de 60 dólares por barril, impuesto en diciembre pasado por el G7 y la UE, no está funcionando. Asimismo, en septiembre se reportó que el G7 y sus aliados suspendían sus revisiones periódicas del tope al precio del petróleo ruso, ya que el incremento de los precios mundiales del crudo y la decisión de Rusia de acudir a los servicios de empresas transportistas no occidentales, convirtieron este mecanismo restrictivo occidental en un esquema inoperante.