Senador republicano acusa a la Casa Blanca de "arrasar la frontera" y poner en peligro el territorio de EE.UU.

Lindsey Graham adelantó que el Senado no podrá llegar a un acuerdo con la Administración de Biden sobre el endurecimiento de las leyes de inmigración y la protección de la frontera a cambio de ayuda a Ucrania antes de 2024.

El senador republicano Lindsey Graham acusó a la Administración del presidente Joe Biden de "arrasar la frontera" y, por lo tanto, poner en peligro al territorio de EE.UU. ante un posible ataque yihadista, en un contexto de discusiones bipartidistas sobre el endurecimiento de las leyes de inmigración y la protección del límite sur a cambio de ayuda militar y financiera a Ucrania.

En una entrevista emitida este domingo en el programa 'Meet the press' de la NBC, el representante del estado de Carolina del Norte enfatizó que es muy importante llegar a un acuerdo en el Congreso sobre la mencionada cuestión, ya que el límite territorial "ha sido arrasado desde enero de 2021". "Las decisiones políticas de la Administración de Biden han hecho de la frontera un lugar peligroso", enfatizó.

En ese sentido, afirmó que EE.UU. está en peligro desde el 7 de octubre, fecha del inicio de la guerra palestino-israelí, debido a que grupos yihadistas quieren atacar el territorio estadounidense por el apoyo de la Casa Blanca a Israel, citando reportes del FBI. "Nunca he estado más preocupado por otro 11 de septiembre como ahora", remarcó.

Por otra parte, Graham vaticinó que el Senado no podrá llegar a un acuerdo con la Administración sobre la cuestión fronteriza a cambio de ayuda a Ucrania antes de 2024. "Pienso que el acuerdo será para el próximo año […] Hemos estado hablando [con la Casa Blanca] desde diciembre, pero recién se sentaron en la mesa [de negociaciones] hace cinco días", explicó. "Sentimos que estamos atascados. No estamos ni cerca de un acuerdo", concluyó.

Durante semanas, la Administración de Biden y los republicanos de la Cámara de Representantes han estado estancados en discusiones sobre un paquete que incluye más de 61.000 millones de dólares para Ucrania. Sin embargo, el ala republicana exige que los fondos estén vinculados a una política más dura de seguridad fronteriza e inmigración.