La tarde de este miércoles arribó al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas, el diplomático venezolano Alex Saab, quien permaneció retenido irregularmente en prisiones de Cabo Verde y EE.UU. por más de tres años.
Saab fue recibido por su esposa, Camila Fabri, sus cinco hijos y una comitiva de la Administración del presidente Nicolás Maduro, encabezada por la primera combatiente, Cilia Flores, y el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez.
Poco antes de la llegada de Saab, quien mañana cumplirá 60 años, el Gobierno de Venezuela confirmó su liberación a través de un comunicado, aunque medios de prensa habían comunicado que saldría en libertad, tras un acuerdo con Washington.
"Alex Saab es una víctima de la retaliación del Gobierno de EE.UU. por sus excepcionales esfuerzos internacionales en la protección de los derechos sociales de todas y todos los venezolanos, ante el recrudecimiento de las medidas coercitivas unilaterales", se lee en el documento, en el que se destaca que Saab permaneció "injustamente secuestrado" durante más de tres años y medio.
Del mismo modo se apuntó que durante su encarcelamiento sufrió "tratos crueles, inhumanos y degradantes", lo que constituyó una clara violación de sus derechos humanos.
Detención irregular
Saab fue detenido en junio de 2020 durante una escala en Cabo Verde cuando se dirigía a Irán, en una misión diplomática para negociar acuerdos petroleros y adquirir medicinas y alimentos para Venezuela, en medio de las restricciones económicas y financieras impuestas por EE.UU. y la Unión Europea.
El avión del funcionario hizo una parada técnica en la isla africana para recargar combustible, pero las autoridades locales lo detuvieron a petición de Washington, pese a su condición diplomática. En octubre de 2021 fue extraditado a EE.UU. bajo cargos de lavado de activos que no pudieron ser probados.
En tanto, tanto Caracas como el diplomático denunciaron que su retención violentó el derecho internacional y señalaron el uso político de las instancias policiales internacionales para presionar a Maduro.
"Soy un prisionero político, no hay ninguna duda, un prisionero de una guerra no convencional que nos ha declarado unilateralmente EE.UU.", sostuvo en un audio difundido por su esposa en febrero pasado.