Israel está retirando parte de sus fuerzas desde la Franja de Gaza para centrarse en las operaciones más específicas sobre el terreno contra Hamás, comentó a Reuters un funcionario israelí. Con el regreso de los reservistas a la vida civil se busca también revitalizar la economía nacional en un momento en que el país se prepara para una confrontación bélica prolongada, agregó.
El Gobierno israelí no dará la guerra por terminada hasta que derrote a Hamás por completo en el enclave palestino, y parte de las tropas retiradas desde Gaza se prepararán para un posible despliegue en un segundo frente en la frontera norte con el Líbano, aclaró la fuente de la agencia.
El funcionario afirmó que las fuerzas israelíes se aproximan a la tercera fase de la guerra que durará como mínimo seis meses y se centrará en intensos ataques sobre el terreno contra los integrantes de Hamás. "Nadie está hablando de palomas de la paz volando desde [el barrio gazatí de] Shajaia", indicó.
Respecto a la posible rotación de parte de las tropas retiradas ante la amenaza de Hezbolá en la frontera con el Líbano, la fuente de Reuters señaló que "no se permitirá que la situación en el frente libanés continúe", agregando que los próximos seis meses serán críticos.
El Gobierno israelí ya ha aseverado que cualquier agresión contra el país hebreo por parte de Hezbolá acarreará graves consecuencias para el Líbano y su capital, Beirut, que correrán el mismo destino de la Franja de Gaza, hoy reducida a escombros por los ataques israelíes.
"Si Hezbolá extiende la guerra, recibirá golpes como nunca soñó, y también Irán", advirtió el primer ministro Benjamín Netanyahu en rueda de prensa del pasado sábado.