"Lo que acaba de pasar en Bélgorod, sin duda, es un atentado terrorista", ha declarado Vladímir Putin este lunes en referencia al bombardeo deliberado de la ciudad rusa llevado a cabo por las fuerzas de Ucrania el 30 de diciembre, que dejó 25 civiles muertos y más de 100 heridos.
El presidente de Rusia subrayó que los militares ucranianos emplearon lanzacohetes múltiples —armas no precisas que impactan contra superficies enteras— para atacar "el centro de la ciudad, donde paseaba la gente la víspera del Año Nuevo".
"Un ataque deliberado contra la población civil, por supuesto, es un atentado terrorista, no se puede llamarlo de otra manera", expresó Putin durante una reunión con militares en un hospital militar en la provincia de Moscú.
Preguntándose si la respuesta de Rusia debe ser similar, el mandatario recordó que si bien el país tiene capacidades para atacar las plazas de cualquier ciudad ucraniana donde "pasean los niños y las madres con cochecitos", los militares rusos responden con el uso de armas de alta precisión, atacando los sitios de la toma de decisiones de Ucrania, lugares donde se concentran los militares ucranianos, mercenarios y otros blancos militares.
"Lo entiendo, me hierve la sangre. ¿Tenemos que hacerlo? ¿Perpetrar un ataque contra las plazas?", contestó Putin a un militar que le sugirió la necesidad de responder al ataque contra Bélgorod.
Los objetivos de los ataques de Kiev contra la población civil rusa se limitan a infundir terror y generar la sensación de inseguridad dentro del país, sostuvo el presidente. Moscú responderá intensificando los ataques contra los blancos militares ucranianos, añadió.
"Ningún crimen así —y esto, sin duda, es un crimen contra la población civil— quedará impune", aseveró.