Dimite la rectora de Harvard tras acusaciones de plagio y antisemitismo

El mandato de Claudine Gay ha sido el más corto en la historia de la prestigiosa universidad.

La rectora de la Universidad de Harvard, Claudine Gay, presentó este martes su renuncia tras verse involucrada en una polémica por sus declaraciones ante el Congreso de EE.UU., donde el mes pasado habló sobre el antisemitismo, y luego de ser acusada de cometer plagio en un trabajo académico. 

En un comunicado, la ahora exrectora dijo que tras realizar "consultas" con los miembros de la Corporación de Harvard, el órgano rector de esa casa de estudios, "ha quedado claro que lo mejor para Harvard" es que dimita, para que la "comunidad pueda gestionar estos momentos de desafío extraordinario centrándose en la institución, y no en un individuo en particular".

Gay añadió que fue "doloroso" presenciar "tensiones y divisiones" que "han debilitado los lazos de confianza y reciprocidad" en la comunidad universitaria, al tiempo que afirmó sentirse "angustiada" frente a las "dudas" sobre su compromiso contra "el odio" y su respeto al "rigor académico", a la vez que "aterrada" por "los ataques personales y las amenazas alimentadas por animosidad racial" que ha enfrentado en las últimas semanas.

Por su parte, la Corporación lamentó la decisión de Gay, cuya renuncia aceptó "con tristeza". "Si bien la presidenta Gay ha reconocido errores y asumido su responsabilidad por ellos, también es cierto que ha mostrado una notable resiliencia frente a los sostenidos ataques profundamente personales", consignó el órgano rector al condenar los "insultos repugnantes y, en algunos casos, racistas", que ha recibido la exrectora.

El mandato de Gay como la primera rectora negra de Harvard ha sido el más corto en la historia de la universidad, pues fue designada  para ese cargo apenas el pasado mes de julio. Tras su renuncia, se reincorporará como profesora y su cargo lo desempeñará temporalmente el economista y médico Alan Garber.

Polémica por antisemitismo

A principios de diciembre, la exrectora compareció, junto con las rectoras de la Universidad de Pensilvania y del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Liz Magill y Sally Kornbluth, respectivamente, en una audiencia en el Congreso para tratar sobre el antisemitismo en los campus. Allí, la legisladora republicana Elise Stefanik presionó a Gay para que respondiera si unos cánticos que pedían una "intifada", término que —dijo— "es un llamado al genocidio de judíos, en el contexto del conflicto árabe-israelí", contravenían los códigos de conducta de la universidad.

Claudine Gay respondió que esos discursos de odio le resultan "personalmente aborrecibles" y considera que van en contra de los "valores de Harvard", pero enfatizó el compromiso de la institución con la libertad de expresión, incluso de "opiniones que son objetables, ofensivas y llenas de odio". Explicó que en los casos en que "ese discurso se convierte en una conducta que viola nuestras políticas contra el acoso, la intimidación, el hostigamiento…", se toman medidas, pues la universidad cuenta con "procesos disciplinarios sólidos que permiten responsabilizar a las personas". Esa respuesta, considerada ambigua, desató fuertes críticas de algunos egresados y políticos.

Las otras dos rectoras tampoco ofrecieron respuestas concretas. Magill renunció a los pocos días.

Tras la controversia generada, Gay buscó aclarar sus declaraciones, que, dijo, han sido malinterpretadas, y subrayó que hubo quienes "confundieron el derecho a la libertad de expresión con la idea de que Harvard consentiría los llamados a la violencia contra los estudiantes judíos". 

Casos de plagio 

La exrectora de Harvard, además, ha sido acusada recientemente de plagio en sus obras académicas. Según el portal de noticias conservador The Washington Free Beacon, ocho de los 17 trabajos publicados por Gay, incluida su tesis doctoral, contienen plagios.

El pasado mes de diciembre, la Corporación de Harvard manifestó que una revisión de los trabajos de Gay había revelado muestras de "lenguaje duplicativo sin una atribución apropiada", pero no consideró ese fallo como mala conducta. Luego, la exrectora presentó correcciones a los escritos que estaban bajo sospecha.