El Gobierno del presidente en Argentina, Javier Milei, fijo su postura sobre la cuestión de las Islas Malvinas, apostando por mantener "una relación madura" con el Reino Unido, que usurpa el archipiélago desde 1833.
"El Gobierno y el Pueblo argentino reafirman una vez más, a 191 años de la ilegítima ocupación de las Islas Malvinas, sus legítimos e imprescriptibles derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes", dice un comunicado de la Cancillería argentina, publicado este miércoles, luego de las polémicas en torno al tema durante la campaña electoral, por los dichos de Milei al respecto.
En el texto, el Ministerio de Relaciones Exteriores recuerda que hace justamente 191 años, el 3 de enero de 1833, el Reino Unido ocupó las Islas Malvinas. Señala, además, que la acción del Gobierno británico constituyó "un acto de fuerza en tiempos de paz", contrario al derecho internacional.
"Desde entonces, todos los gobiernos argentinos han reafirmado sus legítimos e imprescriptibles derechos soberanos" sobre las islas, refiere el pronunciamiento oficial.
También menciona que la Constitución establece que la recuperación del ejercicio efectivo de la soberanía sobre dichos territorios, conforme el derecho internacional y respetando el modo de vida de sus habitantes, "constituye un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino".
Asimismo, hace referencia a los pronunciamientos de las Naciones Unidas y otros foros internacionales sobre la necesidad de resolver la disputa mediante negociaciones bilaterales.
Ante ello, la administración de Milei dejó en firme su disposición de "reanudar las negociaciones bilaterales que permitan encontrar una solución a esta disputa de soberanía" y, en ese marco, "mantener una relación madura con el Reino Unido, que contemple un diálogo sustantivo y constructivo sobre todos los temas de interés común", con miras a generar un clima de confianza propicio para volver a las conversaciones.
"Convencida de que el único camino posible para la recuperación del ejercicio de sus derechos es el de la vía diplomática, la Argentina reitera asimismo su interés en la misión de Buenos Oficios encomendada por la Asamblea General al Secretario General de las Naciones Unidas con el objeto de ayudar a las partes a reanudar las negociaciones con el fin de encontrar lo más pronto posible una solución pacífica a la disputa de soberanía sobre la cuestión de las Islas Malvinas", enfatiza la Cancillería en el comunicado.
Polémica previa
Durante la campaña electoral hubo controversias en torno a esta disputa que mantiene Argentina con Reino Unido, debido a algunos de los comentarios de Milei.
En uno de los debates presidenciales, el actual mandatario reivindicó la figura de la exprimera ministra británica Margaret Thatcher, en cuya gestión (1979-1990) se enfrentaron en guerra Argentina y el Reino Unido por la soberanía de las Malvinas, con saldo negativo para la nación suramericana.
"En la historia de la humanidad ha habido grandes líderes. La señora Thatcher lo fue", expresó entonces Milei.
Pero su comentario no quedó ahí, pues añadió: "Nos tocó una guerra y la perdimos". Además, aunque intentó matizar sus dichos, comentó algo que no fue bien recibido: "Nosotros consideramos que las Malvinas son argentinas. Victoria (Villarruel, su ahora vicepresidenta) es hija de un héroe de Malvinas y vamos a agotar todas las instancias diplomáticas para que las islas vuelvan a ser argentinas. Basta de ese nacionalismo barato".
Previamente, en septiembre, Milei propuso llegar a un acuerdo con Reino Unido, "como hizo China con Hong Kong", y enfatizó que para llegar a ese entendimiento "no se puede desconocer la posición de las personas que viven" en el archipiélago.
Esa declaración fue muy cuestionada en Argentina porque va en línea con la posición británica de la 'autodeterminación' de los habitantes de las islas, que se consideran parte del Reino Unido. Sus dichos encontraron la respuesta de muchos argentinos, incluyendo a excombatientes de la guerra de las Malvinas y el presidente de la Corte Suprema de Justicia de Argentina, Horacio Rosatti.
"Hay gente que tiene o quiere tener responsabilidades públicas y nunca leyó la Constitución", dijo Rosatti.
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