Una asociación sin fines de lucro de Países Bajos presentó el pasado 10 de enero una demanda contra la empresa española Repsol por el derrame de petróleo en las costas de Perú, ocurrido en enero del 2022.
El reclamo fue hecho ante el tribunal de la Haya por 'Stichting Environment and Fundamental Rights' (SEFR, por sus siglas en inglés), una entidad legal dedicada a la defensa del medio ambiente y los derechos fundamentales, con la firma de 35.000 ciudadanos afectados.
El bufete de abogados Pogust Goodhead, que asumirá la defensa de SEFR, señaló en un comunicado que las víctimas que suscriben la demanda, en su mayoría pescadores y restauradores, "aún no pueden volver a sus actividades normales debido a la magnitud de los daños causados".
El director ejecutivo de la firma, Tom Goodhead, explicó en diciembre que la demanda se presenta ante la Corte del Distrito de La Haya, en Países Bajos, porque es donde la multinacional tiene su domicilio legal.
Este caso se presenta ante los tribunales holandeses contra: Refinería La Pampilla, S.A.A., Repsol Perú B.V y Repsol S.A., constituidas conforme a las leyes peruanas, holandesas y españolas, respectivamente.
Mejores indemnizaciones
El accidente perjudicó a las comunidades de Ancón, Aucallama, Chancay, Huacho, Santa Rosa y Ventanilla, que se vieron afectadas en sus actividades principales, como la pesca y el turismo.
Goodhead detalló que Repsol indemnizó "a una pequeña porción" de las víctimas "con montos mínimos casi irrelevantes para el tamaño del impacto".
En su opinión, la multinacional intentó "interceptar a las personas y evitar que puedan articular la defensa de sus derechos". Sin embargo, se mostró confiado en que ahora la indemnización podría ser superior a cualquiera que ofrezca Repsol, porque acuden a la corte internacional de mayor importancia con los temas ambientales.
La petrolera Repsol se pronunció la semana pasada a casi dos años del derrame de crudo en Perú e indicó que fue "un tercero" el responsable del suceso, considerado como el peor desastre ambiental en la nación latinoamericana en las últimas décadas.
El 15 de enero de 2022, se derramaron alrededor de 12.000 barriles de petróleo durante la descarga de un camión cisterna en la refinería La Pampilla, justo al norte de Lima, la capital de Perú.
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