Los llamamientos de Occidente a "no escalar" el conflicto ucraniano le costaron la vida a muchos militares y privaron a Kiev de algunas oportunidades, declaró el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, durante una intervención el martes en el Foro Económico Mundial, que se celebra en la ciudad suiza de Davos.
"[Antes de que comenzara el conflicto] oíamos todo el tiempo: '¡No escalen!'. Y pedimos que se tomaran medidas y se impusieran sanciones para evitar la expansión de la guerra. Y se nos dijo: 'No escalen la situación'", afirmó el mandatario. "Y pedimos nuevos tipos de armas y la respuesta fue: '¡No escalen!'. Pero entonces llegaron las armas y no hubo escalada", continuó. "Hablamos de bloquear el tránsito de mercancías sancionadas a [la ciudad rusa de] Kaliningrado, pero la respuesta fue: '¡No escalen!'", denunció.
"Y muchos de nuestros combatientes más experimentados que han luchado desde 2014 han muerto [debido a dichos llamamientos], se han perdido algunas oportunidades", lamentó el presidente.
Además, se preguntó "cómo es posible hablar de la eficacia de las sanciones" si no se ha detenido la producción de misiles en Rusia. "Estoy agradecido por cada paquete de sanciones. Gracias, socios", expresó. "[Pero] es una clara debilidad de Occidente que la industria nuclear rusa aún no esté bajo sanciones globales", agregó.
Zelenski también pidió a los participantes en el foro que utilicen los activos rusos congelados para "defender Ucrania". "Debe ser una decisión firme este año cuando los activos rusos congelados [...] se destinen a la defensa [...] y la reconstrucción de Ucrania", instó.
Las declaraciones del mandatario se producen en medio de la disminución de la asistencia militar y financiera que Kiev recibía de manera regular de sus aliados occidentales. Desde el fracaso de la contraofensiva ucraniana estival, un paquete de más de 60.000 millones de dólares de financiación sigue paralizado debido a divisiones políticas en EE.UU., mientras que otro de más de 50.000 millones de euros (unos 55.000 millones de dólares) aún no ha sido aprobado en la Unión Europea.
Moscú ha advertido en repetidas ocasiones de que, al involucrarse en el conflicto ucraniano, Occidente está librando una guerra contra Rusia, "intentando destruir todo lo ruso, desde la lengua hasta la cultura".