El ministro de Finanzas de Alemania, Christian Lindner, ha salido en defensa de la situación económica de su país, que de nuevo ha sido descrito como "el hombre enfermo de Europa". "Alemania no es un hombre enfermo", insistió Lindner. "Después de un período muy exitoso desde 2012 y estos años de crisis, Alemania es un hombre cansado después de una noche corta", declaró este viernes.
Las malas perspectivas económicas son ahora una "llamada de atención" y pueden ser revertidas con una buena dosis de cafeína, explicó durante una mesa redonda en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza). "Ahora nos tomamos una buena taza de café, lo que significa reformas estructurales, y entonces seguiremos teniendo éxito económico", resumió.
El ministro alemán se refirió a los retos tras la congelación del suministro de gas procedente de Rusia. "En los últimos 18 meses hemos tenido que reinventar la infraestructura y el suministro energético alemán", dijo durante el debate, señalando que por eso ahora la economía alemana no tiene mejores perspectivas de crecimiento, aunque "ha demostrado resistencia".
Alemania debe hacer ahora sus "deberes", al igual que otros países "con retos similares", agregó Lindner.
En 2023, la economía alemana se contrajo un 0,3 % y se quedó estancada en un entorno marcado por varias crisis. A pesar de los recientes descensos en los precios, estos se mantuvieron elevados en todos los niveles de la actividad productiva, lo que ha frenado el desarrollo económico. A esto se sumaron las condiciones de financiación desfavorables, con altos tipos de interés y una menor demanda del extranjero.