El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, le preguntó al subsecretario de Estado de EE.UU. para asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, si Washington sabía de las conspiraciones en marcha para asesinar al presidente, Nicolás Maduro, mientras sostenían conversaciones con Caracas y llegaban a acuerdos junto a un sector de la oposición venezolana.
El también jefe de la delegación del Gobierno venezolano para el diálogo con la Plataforma Unitaria –bloque que condensa a un ala opositora– respondió en su cuenta de X a una interacción de Nichols, en la que el funcionario estadounidense expresaba su preocupación "por las recientes acciones contra la oposición y la sociedad civil en Venezuela".
El alto funcionario estadounidense se refería a la reciente detención de 32 personas en Venezuela por estar presuntamente involucradas en al menos cinco planes conspirativos para revertir el orden constitucional y asesinar a Maduro; al ministro de Defensa, Vladimir Padrino López; y al gobernador del Táchira, Freddy Bernal.
Luego de que el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, ofreciera detalles sobre los arrestos, las órdenes de captura y la naturaleza de los casos descubiertos por los cuerpos de inteligencia, desde la Administración de Joe Biden varios funcionarios han expresado su preocupación ante la posibilidad de que se incumplan los acuerdos de Barbados. Del mimo modo, han mostrado su escepticismo sobre la veracidad de las acusaciones, que apuntan a una participación activa de la CIA y la DEA.
"Negar los hechos y no atender la evidencia"
En su interacción, Rodríguez le dice a Nichols que él también está "profundamente preocupado" por las "evidencias" que maneja Caracas de la participación de la CIA, la DEA y otras instituciones del Gobierno estadounidense en el intento de magnicidio contra Maduro y Padrino.
Asimismo, expresa su preocupación por las cinco conspiraciones develadas, "con confesiones de los involucrados", que ocurrieron mientras el Gobierno venezolano sostenía contactos con la delegación que representa a Biden.
"¿Sabían ustedes que eso estaba ocurriendo mientras nos veíamos cara a cara?", preguntó el diputado.
El parlamentario también se refirió a la "respuesta obvia y frecuente" que suele dar Washington ante estas acusaciones, de "negar los hechos sin siquiera atender la evidencia".
"¿Debemos esperar, como ocurrió en Chile, que se desclasifiquen los documentos?", cuestionó Rodríguez, con referencia a la relación de la CIA con el golpe de Estado contra Salvador Allende, que se ha conocido parcialmente años después.
"Toda Venezuela quiere paz. No insistan ustedes en unas prácticas que nuestro pueblo ya derrotó los últimos cuatro años", advirtió el presidente de la AN.
"Seguimos presionando"
En su interacción, Nichols aseveró además que la hoja de ruta electoral trazada por el Gobierno venezolano y un sector opositor en Barbados, "aboga por una cultura de tolerancia y coexistencia política, así como por la igualdad de condiciones para todos los partidos políticos".
No obstante, aseguró que desde Washington seguían "presionando por un entorno político más abierto, unas elecciones presidenciales competitivas y el debido proceso".
Advertencias de EE.UU.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, manifestó en un comunicado que las detenciones "son contrarias al espíritu del acuerdo de la hoja de ruta electoral de octubre de 2023".
Asimismo, advirtió que "las acciones que vayan en contra del espíritu y la letra del Acuerdo de Barbados tendrán consecuencias", lo que podría indicar que EE.UU. deje sin efecto las licencias que han permitido la flexibilización de ciertas sanciones que EE.UU. ha impuesto contra Venezuela.
La amenaza no es nueva, ya que en varias oportunidades el Gobierno estadounidense ha amagado con "modificar o revocar autorizaciones en cualquier momento" para perjudicar a Venezuela.
Desde la Casa Blanca también hubo reacciones. La secretaria de prensa, Karine Jean-Pierre, al ser consultada sobre si conocían las acusaciones de Venezuela contra la CIA y la DEA, afirmó que no las había visto y que en su opinión, las pruebas presentadas no eran hechos.