Bruselas advierte que la crisis agrícola en la UE puede ser otra traba al acuerdo con el Mercosur
El campo anda muy revuelto en la Unión Europea y eso podría complicar todavía más la conclusión del acuerdo que el bloque comunitario y el Mercosur llevan décadas negociando.
Así lo dijo el jueves el Josep Borrell, el jefe de la diplomacia europea, en medio de la oleada de protestas y huelgas agrarias que recorre el continente por el aumento del precio de los combustibles y la energía, las estrictas normas ambientales comunitarias o la competencia de los productos agrícolas ucranianos.
Estiércol en las calles de Agen, Francia, como protesta de agricultores franceses contra políticas de la UE pic.twitter.com/ebSPxdmIh2
— Sepa Más (@Sepa_mass) January 23, 2024
La pelota del lado europeo
"Para qué engañarnos, ahora la pelota está en el tejado de Europa. Somos nosotros los que tenemos que decir si lo queremos o no, porque por la parte latinoamericana, con la llegada de un nuevo gobierno a Argentina, su disposición a firmar el acuerdo es mayor que nunca", dijo el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, en un discurso en la Eurocámara con representantes latinoamericanos.
"Hemos de ver si la actual crisis de la agricultura europea no significa un obstáculo más en este camino", agregó.
En países como Francia, Alemania, Polonia, Rumanía y Lituania se han visto en los últimos días a granjeros bloqueando carreteras, arrojando basura y estiércol ante edificios gubernamentales y realizando marchas con tractores, para expresar su desacuerdo con la política agrícola comunitaria, uno de los pilares de la UE.
El acuerdo con el Mercosur (bloque formado por Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y la recién incorporada Bolivia) fue firmado en 2019, pero su ratificación quedó estancada con el argumento de que los países sudamericanos no cumplen las exigencias ambientales de la UE.
El bloque comunitario propuso un anexo al pacto comercial para reforzar el cumplimiento con el Acuerdo de París sobre cambio climático, que incluían unas condiciones que en su momento fueron muy criticadas por el Mercosur, especialmente por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
En el trasfondo está el temor de países como Francia o Irlanda, potencias agrícolas, por el impacto que el comercio entre ambos bloques podría tener en los agricultores europeos.