El gobierno argentino siguió este lunes amenazando a los gobernadores con nuevos recortes después de que, en busca de consenso, retirara el capítulo fiscal de su polémico proyecto de 'ley ómnibus', que tramita en el Congreso.
"Claramente sí, va a haber un ajuste mayor a las provincias", declaró el vocero presidencial, Manuel Adorni, en su rueda de prensa diaria.
"Todo lo que se tenga que ajustar"
"Se ajustará todo lo que se tenga que ajustar (...)", agregó, al tiempo que advirtió que nada desviará al gobierno de su "norte", que es el déficit cero y terminar con la inflación.
El retiro del "capítulo fiscal" ocurre en medio de la tensiones entre el gobierno de Milei y los gobernadores de las provincias, a los que el mandatario libertario amenazó con recortes si no se aprueba la ley 'ómnibus', que modifica más de 300 normativas para desregular la economía.
Ese capítulo incluía, entre otros aspectos, el blanqueo de capitales (regularizar hasta 100.000 dólares en efectivo, inmuebles o criptomonedas sin pagar impuestos), el cambio de la fórmula jubilatoria, una moratoria impositiva, un adelanto del impuesto sobre los bienes personales y el incremento de los derechos de exportación.
La amenaza del gobierno es una manera de presionar a los gobernadores para que, a su vez, obliguen a los diputados de esas provincias para que voten a favor del texto, cosa que se espera que ocurra esta semana.
La semana pasada, el vicegobernador de Río Negro, Pedro Pesatti, respondió con una dura advertencia a la amenaza de Milei al decir que las provincias patagónicas, que producen buena parte de la energía del país, "pueden dejar sin energía al gobierno".
El texto es uno de los motivos del paro nacional celebrado el pasado miércoles. Fue convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina, que organizó una masiva movilización al Congreso en Buenos Aires.